Discurso pronunciado por Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, en la XXVI Cumbre Iberoamericana, en La Antigua, Guatemala, el 16 de noviembre de 2018, “Año 60 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Excelentísimo Señor Jimmy Morales, Presidente de la República de Guatemala;
Su Majestad Felipe VI;
Excelentísimos Señores Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica;
Excelentísimos Señores Jefes de Delegaciones;
Excelentísima Señora Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana:
Me complace trasladarles los saludos del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como el mensaje de amistad del pueblo y Gobierno de Cuba a la República de Guatemala y a todas las naciones participantes.
Felicitamos y deseamos éxitos al Principado de Andorra en su Secretaría Pro Tempore.
El injusto orden económico y político internacional impide construir sociedades prósperas, inclusivas y sostenibles.
La Agenda 2030 carece de medios de aplicación. Los flujos financieros públicos internacionales siguen siendo insuficientes.
La humanidad dispone de suficientes recursos materiales, financieros y tecnológicos, pero falta la voluntad política de los países industrializados.
Los patrones de producción y consumo propios del capitalismo son irracionales y conducen, inexorablemente, a la destrucción del medioambiente.
Se construyen muros y barreras, se despliegan fuerzas militares, se separan menores de sus padres y se aplican leyes y medidas represivas para impedir las oleadas de refugiados y migrantes, pero continúan sin atenderse las causas raigales de la migración.
En la Unión Europea, 3,8 millones de jóvenes menores de 25 años están desempleados, en algunos países son más del 30%. La tasa de desempleo en algunos Estados supera el 15%.
América Latina continúa siendo la región más desigual del planeta. El 10% más rico de la población se apropió del 71% de la riqueza. Se estima que en 2017, más de 187 millones de personas vivían en situación de pobreza y 62 millones en condiciones de pobreza extrema. La tasa de mortalidad infantil es de 16,1 por cada 1000 nacidos vivos.
Ante las crecientes amenazas que se derivan del supremacismo, el unilateralismo y la restauración de la Doctrina Monroe por parte del Gobierno de los Estados Unidos, es fundamental la observancia de los principios contenidos en la “Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”.
Reiteramos nuestra solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela y la República de Nicaragua frente a las medidas coercitivas unilaterales, la manipulación comunicacional, la amenaza y la injerencia externa.
Para avanzar hacia el desarrollo sostenible, se requiere un nuevo orden internacional participativo, democrático, multilateralista, equitativo e incluyente, y una nueva arquitectura financiera que atiendan los derechos, necesidades y aspiraciones de los países en desarrollo y las asimetrías existentes en las finanzas y el comercio mundial, resultado de siglos de explotación y saqueo.
La experiencia demuestra que, pese a circunstancias económicas adversas, puede alcanzarse una amplia participación de los ciudadanos en la vida política y social de una Nación; servicios de educación y salud universales y gratuitos; un sistema de seguridad social universal que no deje a nadie desamparado; progresos sustanciales hacia la igualdad de oportunidades y contra toda forma de discriminación; el pleno ejercicio de los derechos de la niñez y de la mujer; el acceso a la cultura, al deporte y el derecho a la vida, a la paz, la justicia y la seguridad ciudadana.
En poco más de cinco décadas, una isla pequeña y bloqueada, ha aportado 600 mil colaboradores de la salud a 164 naciones para enfrentar, en los lugares más remotos y difíciles, el ébola en África, la ceguera en nuestra región, el cólera en Haití y 26 grandes desastres naturales en diversas latitudes. En la abrumadora mayoría de los casos, sus gastos fueron asumidos por nuestro país.
En Brasil, en estos cinco años, 20 mil médicos cubanos, 62% de ellos mujeres, atendieron a 113 millones de pacientes. Setecientos municipios tuvieron por primera vez un médico, todos venidos de Cuba. En 1 100 municipios, ellos garantizan el 100% de la atención básica. No están en las grandes ciudades, sino donde otros médicos no han ido nunca: en el norte semiárido, en las poblaciones de bajo índice de desarrollo humano, en la periferia metropolitana y los municipios alejados de las zonas urbanas; están en los distritos indígenas donde atienden el 90% de su población.
A nombre de ellos, de mi pueblo y mi Gobierno, quiero agradecer a esos millones de brasileños que los acogieron con tanto cariño y ahora, con entrañable gratitud, los despiden, víctimas de la manipulación política.
En 55 años, se han graduado en Cuba, de forma gratuita, 35 mil 600 profesionales de la salud, de 138 naciones.
Saludamos que la cooperación continúe constituyendo un pilar en el ámbito iberoamericano, como se ha proclamado en esta Cumbre.
Señor Presidente:
En Cuba, como resultado de respectivos procesos democráticos y participativos de discusión popular, establecimos un programa y conceptualizamos el modelo económico y social que queremos construir, y elaboramos un Plan Nacional 2030.
Ahora hemos concluido el debate del Proyecto de Constitución sobre el que 7 millones de cubanos han propuesto 645 mil enmiendas. De la emigración cubana, recibimos 2 mil 125 propuestas de modificación. Solo ocho artículos no fueron objeto de propuestas. El próximo 24 de febrero, el proyecto enmendado será sometido a referendo.
Pese a las dificultades, el pueblo cubano avanza, libremente, hacia el desarrollo de una Nación independiente, soberana, socialista, democrática, próspera y sostenible.
En nombre del pueblo y gobierno cubanos, reitero a todos los países presentes la gratitud por su apoyo al proyecto de resolución recién adoptado por la Asamblea General de la ONU para reclamar el fin del bloqueo a Cuba, ahora recrudecido. Agradecemos adicionalmente, el Comunicado que sobre el tema adoptará esta Cumbre.
Muchas gracias (Aplausos).