Rusia y Turquía acuerdan salida pacífica en Idlib

Un acuerdo entre los presidentes Vladimir Putin, de Rusia, y Recep Tayyip Erdogan, desactivó este lunes el temido asalto final contra Idlib, último bastión de los terroristas en Siria, que serán desarmados y confinados en una zona desmilitarizada.

Esa ha sido la sabia decisión de los mandatarios con una mayor influencia sobre las partes en conflicto en la estratégica región del noroeste de Siria, limítrofe con Turquía.

En el territorio se han concentrado decenas de miles de elementos armados, controlados por los grupos extremistas terroristas, que utilizan como escudo a tres millones de civiles.

Organizaciones internacionales alertaron en las últimas semanas que un asalto de las fuerzas sirias, respaldadas por la aviación rusa, pudiera provocar numerosas bajas y una crisis humanitaria, debido al desplazamiento de decenas de miles de personas.

«Haremos junto con Rusia todo lo posible para eliminar a todos los grupos radicales de este territorio», dijo Erdogan durante una conferencia de prensa después de su reunión con el mandatario ruso en la ciudad balneario de Sochi.

«Decidimos crear una zona desmilitarizada de 15-20 kilómetros en la línea de frente entre la oposición armada y las fuerzas gubernamentales para el 15 de octubre de este año», anunció Putin.

«Turquía y Rusia participarán en la coordinación de patrullas en este territorio» añadió el líder turco, según reportó la agencia rusa RIA Novosti.

Los detalles precisos del acuerdo no se detallaron públicamente el lunes, pero implican que no habrá operación militar en Idlib, según afirmó el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú. «No habrá una nueva operación militar en Idlib», puntualizó.

Shoigú dijo que las disposiciones del memorándum sobre la estabilización de la situación en Idlib, firmado después de las conversaciones entre Putin y Erdogan, se coordinarán con el Gobierno sirio «en las próximas horas».