La visita del presidente Bashar al-Assad a las tropas que libran fieros combates por el control de Guta Oriental, desde donde elementos armados siembran el terror en Damasco con ataques indiscriminados de cohetes y morteros, marcó el domingo el séptimo año de la guerra en Siria.
Sin perspectivas de paz a la vista, la decisión de Al-Assad indica la voluntad de restablecer la soberanía nacional sobre la totalidad del territorio nacional, al precio que sea necesario, frente a la subversión interior y el terrorismo, alentado, armado, financiado y apoyado militarmente por potencias externas, encabezadas por Estados Unidos, que establecen bases de ocupación permanente.
La agencia oficial de noticias SANA publicó fotografías del jefe de Estado sirio rodeado por soldados en Guta Oriental.
Según medios de ese país, el Ejército liberó la estratégica de Kafr Batna y seguía su avance para asegurar las zonas residenciales en Saqba, al este de Damasco, mientras intenta cortar la vía de provisión de armas a los terroristas.
El Gobierno controla desde el viernes el 70 por ciento de Guta Oriental y dio un ultimátum a los grupos armados asediados en el suburbio de Harasta, para que se retiraran hacia la provincia noroccidental de Idlib antes de la noche del domingo, o tendrían que encarar la «arremetida final» de las fuerzas leales a al Assad.
El sábado el gobierno decretó una tregua de 24 horas en el suburbio de Harasta, en Guta Oriental, para facilitar la salida de los civiles atrapados en la citada zona, controlada por bandas armadas y terroristas. Unas 20 000 personas salieron de allí.
Por otra parte, el canciller ruso Serguéi Lavrov condenó la presencia en territorio sirio de fuerzas militares extranjeras indeseadas.
La llamada coalición estadounidense es ilegítima desde el punto de vista del derecho internacional y de la Carta de la ONU, dijo el jefe de la diplomacia de Rusia, principal aliado de Siria.
Lavrov condenó la actividad en esa nación de «fuerzas especiales de EE. UU., Reino Unido, Francia y otros países» y la calificó de «implicación directa en un conflicto armado».
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