La tregua humanitaria facilitará la salida de civiles del último feudo terrorista en Guta Oriental, en las afueras de Damasco. Autor: AFP Publicado: 26/02/2018 | 08:55 pm
La tregua por un mes en Siria, aprobada en Naciones Unidas con efecto inmediato, corre el riesgo de esfumarse mediante nuevos subterfugios de las potencias foráneas y sus agentes empeñados en volar en pedazos al estratégico país árabe.
El pasado sábado, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 2401, que establece una tregua de 30 días en todo el territorio sirio, a fin de poner en marcha operaciones humanitarias.
El texto destaca que en la tregua no se incluye al grupo ultraviolento EIIL (Daesh, en árabe) ni a la alianza terrorista Hayat Tahrir Al-Sham, liderada por el Frente Fath Al-Sham (antiguamente conocido como el Frente Al-Nusra), vinculada con Al-Qaeda, ni a otras facciones armadas asociadas.
El acuerdo tuvo como trasfondo una intensa y coordinada campaña previa de desinformación en la prensa occidental, sobre los bombardeos aéreos en apoyo al ejército gubernamental sirio, para liquidar el último feudo terrorista en Guta Oriental, en las afueras de Damasco.
Continuos reportes, basados en fuentes opositoras, afines a Washington y sus aliados, que intentan desde marzo de 2011 derrocar al Gobierno del presidente Bashar al Assad, dibujaron un escenario que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó de «infierno».
Lo que se oculta, es que desde Guta elementos remanentes del Estado Islámico y otros grupos terroristas, armados de moderno armamento norteamericano, incluidos morteros y lanzacohetes, lanzan continuos ataques contra la capital, con alto número de víctimas civiles.
Tras la derrota del grupo terrorista mal llamado Estado Islámico (Daesh, en árabe), que mediante sus crímenes sirvió el pretexto para la intervención militar de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, urgen nuevos pretextos para impedir la consolidación del Gobierno de Assad.
Al respecto, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció este lunes una «nueva campaña de desinformación» para anular el acuerdo de alto el fuego y rechazó versiones de un supuesto ataque químico en la región de Guta Oriental.
«Algunos medios hablan del uso de gas cloro, que se habría producido el domingo o esta mañana en Guta Oriental», informó Lavrov a la prensa en Moscú.
Por su parte, en un gesto claro y firme, decidido a hacer efectivo el voto de Rusia en ONU, el presidente Vladimir Putin ordenó la implementación de un cese al fuego diario de cinco horas (de 9:00 a 14:00) en la ciudad oriental siria de Guta, que comenzará el martes.
Asimismo, se creará un «corredor humanitario» para que los civiles puedan salir, dijo el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, citado por la agencia RIA.
Además, el Kremlin informó que Putin y sus contrapartes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Angela Merkel, hablaron por teléfono y discutieron la aplicación del cese del fuego.
La advertencia de Lavrov sobre la fabricación de «sospechas de uso de armas químicas, como un ataque con gas de cloro» revela los riesgos que amenazan la tregua, en tanto los pasos de Putin para garantizar su ejecución parecen ser los únicos firmes en la dirección correcta.