Estados Unidos apuesta por armar a grupos irregulares para ejecutar sus planes desestabilizadores. Autor: The Guardian Publicado: 16/01/2018 | 11:07 pm
La decisión de Estados Unidos de armar y entrenar en Siria una fuerza militar aliada de 30 000 hombres reclutados en las milicias kurdas y árabes reveló el claro propósito de proseguir la cruenta guerra que desangra a esa nación hace casi siete años.
El anuncio de los mandos militares norteamericanos provocó una enérgica repulsa de los Gobiernos de Siria y Rusia, que denuncian los planes belicistas y desestabilizadores de Washington, y de Turquía, alarmada por el reforzamiento de elementos kurdos a los que califica de separatistas y terroristas.
Un reporte difundido por The Defense Post reveló el sábado que 230 efectivos participaron en «la clase inaugural» del curso de entrenamiento impartido por los asesores norteamericanos, según un vocero de la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos, que hace dos años inició una ilegal intervención militar en Siria, con bombardeos y operaciones militares con el pretexto de la guerra contra el terrorismo islámico.
La alarma subió de tono cuando la Coalición dijo que su objetivo es crear una fuerza con cerca de 30 000 hombres durante los próximos años, reportó Reuters.
Alrededor de la mitad, según la propia agencia, serán combatientes de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), formadas por kurdos y árabes, en tanto el resto serían nuevos reclutas.
Los integrantes de las FDS son antiguos miembros del antes llamado Frente Al-Nusra, el ala siria de la organización terrorista Al Qaeda, que pasó a gozar de la protección norteamericana cuando comenzó a llamarse Frente Fath Al-Sham y se declaró adversaria del llamado Estado Islámico (Daesh, en árabe).
El Gobierno sirio advirtió que aplastará a la nueva fuerza militar que Estados Unidos pretende desplegar en el norte del país y expulsará a las tropas estadounidenses del país.
Damasco enfatizó que esa acción «constituye una agresión contra la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria, y una flagrante violación del Derecho Internacional».
Por su parte, el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, el único país musulmán en la OTAN, se reveló contra el patrón de la llamada Alianza Atlántica en un vehemente discurso, que acentúa la crisis latente con Washington.
«Un país al que llamamos aliado insiste en formar un ejército terrorista en nuestras fronteras», dijo Erdogan sobre Estados Unidos en un discurso en Ankara. «¿Cuál puede ser el objetivo del ejército terrorista si no Turquía? Nuestra misión es estrangularlo antes de que nazca».
Erdogan dijo que Turquía ha completado los preparativos para una operación en el territorio ocupado por los kurdos en el norte de Siria, y no se hizo esperar, el martes 16 inició los bombardeos.
Estados Unidos y Turquía apoyaron conjuntamente a las fuerzas opositoras al Gobierno de Bashar al-Assad, pero la decisión de Washington de respaldar a los combatientes kurdos en el norte sirio, en los últimos años, enfureció al Presidente turco.
La ayuda de los ataques aéreos de la coalición liderada por EE. UU., permitió a las FDS capturar decenas de miles de kilómetros cuadrados de territorio de los terroristas del Estado Islámico, recordó la cadena BBC.
Los estrategas del Pentágono alegan que la nueva fuerza militar denominada Brigada de Seguridad Fronteriza tendrá la tarea de asegurar las largas secciones de la frontera norte de Siria con Turquía y la demarcación oriental con Irak, controladas por las FDS, así como partes del valle del Éufrates, que la separan del territorio dominado por las tropas del ejército gubernamental.
El Gobierno de Damasco denunció a la nueva fuerza fronteriza como un «ataque flagrante a su soberanía» y advirtió que cualquier sirio que se una a la fuerza será considerado «un traidor».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió desde Moscú, que Estados Unidos no pretende de ninguna manera mantener la integridad territorial de Siria y apuntó como prueba su pretensión de establecer áreas de seguridad en las fronteras sirias.
Mucho más explícito, el senador ruso Alexei Pushkov subrayó que el intento de formar las llamadas Fuerzas de Seguridad en el norte de Siria tiene como objetivo desintegrar el país árabe, cuya unidad pone en peligro los intereses de Washington.