Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en rueda de prensa desde Washinton.g Autor: Telesur Publicado: 02/11/2017 | 10:51 pm
El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla aseveró en Washington que no ha ocurrido ningún ataque, ningún acto deliberado, ningún incidente específico en torno a los diplomáticos estadounidenses que, según las autoridades de su país, habrían sido víctimas de supuestos ataques sónicos, y anticipó que de continuar el Gobierno de EE. UU. tomando medidas contra Cuba se dañarán mucho más los intereses de ambos países y pueblos, y las personas a ambos lados del estrecho de la Florida.
La existencia de diferencias entre ambos Gobiernos sería una excelente razón para mantener e incrementar el diálogo bilateral y la cooperación mutua, que es la manera civilizada de atenderlas, consideró.
Sus declaraciones tuvieron lugar en encuentro con periodistas en el Club Nacional de Prensa en Washington, adonde acudió este jueves como parte de un programa que también contempló reuniones con más de una docena de senadores y congresistas que calificó de provechosas, así como con empresarios y representantes de centros académicos, para exponer las opiniones del Gobierno de Cuba sobre las relaciones bilaterales en la presente coyuntura.
«Insto al Gobierno de EE. UU. a presentar pruebas sobre el supuesto ataque», enfatizó y agregó que es hora de que Estados Unidos diga la verdad o presente evidencias.
Rodríguez Parrilla, quien también deploró que se tomen injustificadas decisiones políticamente motivadas con los pretextos de los supuestos ataques acústicos, preguntó al iniciar sus palabras por qué en vez de cooperar con las autoridades cubanas en el esclarecimiento de los incidentes alegados, el Gobierno de ese país ha decidido politizar los hechos y retrotraer las relaciones a la época de la confrontación y la guerra fría.
El Ministro calificó como un retroceso significativo en las relaciones entre ambos Gobiernos la directiva de Donald Trump del pasado 16 de junio, cuando el mandatario anunció la decisión de endurecer el bloqueo contra Cuba: una política vieja, fracasada y propia de la guerra fría que la comunidad internacional reclamó derogar en la ONU, por vigésimosexta ocasión, el miércoles.
Ese retroceso se ha agravado a partir de las recientes decisiones de la administración de reducir el personal de su Embajada en La Habana y expulsar de manera totalmente infundada a 17 funcionarios de la legación diplomática cubana en Washington, con el pretexto de los supuestos incidentes.
Esto ha repercutido negativamente en el funcionamiento de la Embajada cubana y de su Oficina económico-comercial, así como del consulado, dijo.
¿Cuál es el objetivo de esta decisión, que ha dejado sin interlocutor al sector empresarial estadounidense y ha causado afectaciones consulares a los cubanos residentes en EE. UU. que quieren visitar a sus familiares y a los estadounidenses que quieren visitar a Cuba?
¿Con que propósito se suspendió la emisión de visas en el Consulado de Estados Unidos en La Habana, paralizando los trámites de cubanos que desean emigrar o visitar Estados Unidos, transfiriéndolos a terceros países, lo que hace dichos trámites más costosos y prácticamente inviables?, preguntó el Canciller.
Rodríguez Parrilla destacó también el impacto negativo de las medidas en temas de interés mutuo, como lo demuestra la suspensión de un encuentro técnico sobre agricultura, la dilación de acciones de cooperación en materia de salud, la cancelación de eventos culturales, deportivos y estudiantiles, así como de viajes de grupos de visitantes estadounidenses a la Isla.
El Canciller también recordó la profunda y multifacética investigación abierta por Cuba para aclarar los hechos y la disposición de la Isla de seguir investigando, y rechazó que el Gobierno cubano tenga responsabilidad alguna en los supuestos incidentes.
El presidente Donald Trump y voceros de su Gobierno han dicho que diplomáticos estadounidenses y familiares fueron objeto de ataques y han responsabilizado al Gobierno cubano, pero no han podido presentar pruebas, aseveró.
Rodríguez Parrilla ratificó la disposición de Cuba al diálogo respetuoso y la cooperación seria y comprometida, así como a proseguir la investigación total de los hechos, y estimó que Estados Unidos debe cesar de politizar esto.