MADRID, febrero 22.— El presidente de Argentina, Mauricio Macri, inició este miércoles su primera visita oficial a España, para alentar la inversión en su país, en busca de dinero fresco que haga despegar la economía.
AFP reportó que la visita de Estado de cuatro días de Macri, con marcado acento comercial, pretende sellar la reconciliación bilateral luego del distanciamiento entre los gobiernos de ambos países —que él definió como antiguos «cortocircuitos»— a partir de que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner nacionalizara en 2012 la petrolera YPF, entonces propiedad de la compañía española Repsol.
En la última década, España ha sido desplazada por Estados Unidos como principal inversor en Argentina.
El mandatario, que es acompañado por varios ministros y 200 empresarios, afirmó que su país vive «estabilidad macroeconómica y reglas de juego claras», pero los hechos lo cuestionan, pues Argentina muestra una economía en recesión, con una inflación de más del 40 por ciento y casi el diez por ciento de su población económicamente activa desempleada.
En el Congreso, el discurso de Macri, de poco más de cinco minutos, fue recibido con aplausos por los diputados españoles, salvo por la bancada de la coalición de izquierda Unidos Podemos, cuya portavoz parlamentaria, Irene Montero, vistió un pulóver exigiendo la liberación de la activista argentina Milagro Sala, pedido que hicieron además en una carta entregada al mandatario.
Un despacho de PL refiere que el partido español Izquierda Unida (IU) acusó este miércoles al presidente argentino de cercenar derechos y libertades y de aplicar medidas económicas que empobrecen a las clases populares.
En un comunicado del partido, la responsable de Relaciones Internacionales de IU, Marina Albiol, comparó a Mauricio Macri con su homólogo anfitrión, Mariano Rajoy, al calificar a ambos como «alumnos aventajados» de los recortes sociales.