Rusia fue la primera de las naciones que a título individual usó de la palabra en la Asamblea General para argumentar su voto a favor de la Resolución cubana que pide el fin del bloqueo, lo que calificó de un «imperativo».
El diplomático ruso afirmó que el hecho de que se haya relajado un poco el bloqueo no significa que sea suficiente para la normalización de las relaciones de EE.UU. y Cuba y explicó que la Isla sigue afrontando grandes obstáculos en lo financiero y comercial como resultado de esa política, lo que afecta su integración y los vínculos comerciales con la comunidad internacional.
Esperamos que Washington al fin reconozca que resulta imperativo la necesidad de acabar con el bloqueo. Es necesario que se levante de manera completa, independientemente de la situación política interna y de la campaña electoral en curso en EE.UU., declaró el representante de Rusia.
Tras recordar la resolución aprobada en tal sentido por la Duma el pasado 18 de octubre —que condenó una vez más esa política— el diplomático aseveró que se trata de las sanciones más prolongadas impuestas a país alguno en la historia internacional, y reconoció que ello afecta al pueblo cubano que, sin embargo, ha seguido defendiendo su soberanía.
Al iniciar sus palabras el representante de la Federación de Rusia agradeció al Secretario General por el Informe elaborado en torno a la Resolución cubana Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba y adelantó que la posición de su país se mantiene sin cambios: el bloqueo debe levantarse inmediatamente, porque es contrario a los principios de la Carta de la ONU. Rusia, dijo, se opone también a medidas de este tipo para lograr supuestos objetivos políticos, y que ante todo constituyen una carga negativa para los ciudadanos cubanos.
El delegado ruso dijo que al votar por el proyecto cubano de Resolución se reconocerá la «inadmisibilidad» de esa situación, y exhortó a los países miembros de la Asamblea General a sumarse a esa postura.