Los festivales mundiales se convierten en una fiesta de pensamiento y solidaridad Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:21 pm
Emoción y expectativas muy altas son los sentimientos que albergan por estos días los integrantes de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas (FMJD), ante la certeza de la celebración en La Habana, a partir del próximo lunes, de la XIX Asamblea General de esa organización, nacida el 10 de noviembre de 1945, en medio de las cenizas y ruinas de la Segunda Guerra Mundial.
Cuba ha sido corazón del aliento internacional de esta importante agrupación de jóvenes de izquierda del mundo, y hasta epicentro para mantenerla viva en circunstancias en las que otros esperaban que desapareciera, tras la caída del socialismo en el este europeo.
«Llegamos a un país donde sus jóvenes tienen un papel esencial dentro de la Revolución, y ello ayudará a que, con la participación de representantes de los cinco continentes, se envíe un mensaje antiimperialista fuerte, y que en su cumpleaños 70 la Federación fortalezca su movimiento».
La valoración la hizo a Juventud Rebelde, vía correo electrónico, el abogado chipriota Nikolas Papademetriou, presidente de la FMJD, quien agradeció a la Mayor de las Antillas por acoger un evento tan grande como este, luego de 12 años, cuando la capital cubana fue sede de la XVI Asamblea General. Desde entonces no coinciden en el país líderes juveniles de izquierda de todo el planeta.
En La Habana los esperan días intensos para la reflexión, el debate, la concertación, el intercambio, y también para conocer nuevos amigos, compartir y celebrar, pues como aseveró Papademetriou, la Asamblea se reafirma como un espacio para proclamar su derecho a la existencia en defensa del progreso social y de los ideales de paz, amistad y solidaridad antiimperialista que necesita el mundo, y que esta entidad juvenil representa.
Según el dirigente juvenil, el imperialismo se actualiza y piensa cada vez más en las formas para mantener su influencia y dominio mundial. En la actualidad aplica los métodos de la guerra no convencional. «Por ello la FMJD tiene que renovar sus métodos de trabajo y lucha para estar en consonancia con esas cambiantes realidades.
«El imperialismo es el principal enemigo de nuestros pueblos, frente a su arrogancia y agresividad necesitamos seguir incrementando nuestras luchas y articulando esfuerzos, defendiendo el derecho de que cada nación decida su propio camino.
«Dentro de la FMJD hemos hecho un análisis profundo sobre estos temas, pues la maquinaria para acabar con el planeta nunca se ha detenido y ahora lo hace desde otras perspectivas. Tenemos la experiencia para actuar en contra de esos despropósitos, y por eso hacemos un llamado a las nuevas generaciones a luchar contra el imperialismo en todos los aspectos, sobre todo desde la solidaridad, que es un arma muy potente.
«Estamos al lado de la juventud en otras áreas de combate como la de una educación pública, gratuita y de calidad, el acceso a la salud, al trabajo y a participar en todos los espacios posibles. Son esos los derechos que hemos defendido desde nuestra fundación», apuntó.
La Federación es una organización juvenil reconocida por las Naciones Unidas. En ese sentido el Presidente de la FMJD consideró que debe tener un papel más activo en el nuevo contexto en que viven los jóvenes y el mundo en general. «Debemos usar nuestro estatus en ese organismo internacional, pues sabemos que desde ese espacio Estados Unidos está tratando de construir su mapa de influencias y hegemonía.
«Trabajamos en varias direcciones para tener un papel más activo y dinámico, pero tenemos que decir que para mejorarlo las organizaciones miembros deben cumplir su encargo de promover la acción internacional, sobre todo en cada uno de sus países, para fortalecer la base», apuntó.
Manifestó que desarrollan diversas acciones para facilitar la protección de los derechos e intereses de la juventud. «Ahí están eventos como los Festivales Mundiales, las misiones de solidaridad internacional, los boletines, pancartas y carteles que reflejan nuestros reclamos y se traducen en varios idiomas.
«Igualmente se envían declaraciones a todos los rincones del mundo en defensa de las causas verdaderas de la humanidad, como son las de los pueblos palestino y saharaui y el respaldo al proceso de paz en Colombia. Se denunciaron la pobreza, las detenciones ilegales, la expansión de las guerras, los asesinatos arbitrarios y el subdesarrollo, entre otros problemas que hoy acosan al planeta.
«Lamentablemente no estamos en los órganos de decisión de la ONU, pues somos una organización no gubernamental, sin embargo, tenemos una gran experiencia en cómo ganar la conciencia de los jóvenes, con el fin de movilizarlos en línea con la demanda de sus derechos y sobre esa base estamos trabajando, pues desde nuestra fundación el objetivo esencial de la FMJD ha sido luchar por la paz, la libertad, la democracia, la independencia y la igualdad».
Un festival del mundo y de casa
El principal evento organizado por la FMJD es el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, un movimiento que nació en 1947, en Praga, la capital de la entonces República Socialista de Checoslovaquia, y del cual Cuba, con sus jóvenes, se convirtió en 1978 en el primer país de América Latina y el Caribe en ser sede, en ese caso de la oncena de esas fiestas de solidaridad y batalla.
A juicio de Nikolas Papademetriou, este evento, cuya última edición se celebró en Quito, capital de Ecuador, todavía proporciona coraje a la juventud y «esperamos que siga siendo un espacio para unir nuestras voces contra el imperialismo, por un mundo de paz y solidaridad. Tal vez tenemos que mejorar su acción y calidad, pero no podemos decir que el Festival no sea útil. Habrá siempre un espacio para mejorarlo, y esa es nuestra responsabilidad».
Acerca de los esfuerzos de integración de los movimientos de izquierda que están sucediendo en el mundo y el aporte que a ello pueden dar los jóvenes, refirió que se deben establecer prioridades. «Los jóvenes necesitan mirar con quién y con quiénes cooperar y luchar para contribuir al bienestar de cada pueblo.
«Los movimientos progresistas y de izquierda proporcionan a las nuevas generaciones y a la humanidad muchos beneficios en todos los sectores de la vida. Es importante para los jóvenes encontrar esos aliados que les permitan la lucha por sus derechos, contra el sistema que condiciona la opresión, la explotación humana, la pobreza y las guerras», aseveró.
—Desde hace más de una década Cuba ocupa la secretaría general de la FMJD, ¿Cuánto ha contribuido esa presencia al desarrollo de la organización?
—La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ha contribuido con todos los medios a su alcance al fortalecimiento de la Federación, y colaborado con el fin de asegurar y salvaguardar su carácter antiimperialista. También en diferentes espacios defendió la existencia de la organización.
«Durante este período, desde Cuba se apoyaron los tres últimos festivales mundiales de la Juventud y los Estudiantes, que tuvieron lugar en Ecuador, Sudáfrica y Venezuela, aportando nuevas concepciones y principios de realización, para involucrar y dar mayor participación y protagonismo a todos los jóvenes del planeta».
Nikolas Papademetriou. Foto: Cortesía del entrevistado
—¿Cómo llega la Federación a estas siete décadas de existencia? ¿Cuál es su mayor reto a esta edad para mantenerse joven?
—La Federación vivió y alentó una gran cantidad de victorias de los pueblos en los últimos 70 años. Entre estos se cuentan la derrota de las fuerzas imperialistas y la reunificación de Vietnam, la Revolución exitosa del pueblo cubano, que dio al país un carácter socialista; la libertad de muchos países africanos que estaban bajo el dominio colonial, y el fin del apartheid. Se han realizado diversas acciones de apoyo a estas causas, pero todavía hay mucho que hacer.
«La FMJD —actualmente con más de 300 organizaciones miembros de todas las regiones—, sigue viva y activa en un mundo en el que todavía estamos enfrentando la brutalidad del imperialismo, y la paz se encuentra bajo amenaza permanente. Todavía hay países bajo ocupación, hay fuerzas reaccionarias que ofenden los derechos de los pueblos y se asiste al aumento de los movimientos fascistas. En contra de todas esas tendencias tenemos que luchar como jóvenes y como organización para ser fieles a nuestra tradición y sentido de existencia.
«Los 70 años de esa historia que hemos construido y defendido como Federación son un arma que tenemos que utilizar en nuestra lucha y en cada espacio donde reclamemos los derechos de los pueblos y de los jóvenes del mundo. A esta edad nuestro mayor reto sigue siendo el derrocamiento del imperialismo y nos estamos centrando en la unidad internacional de la juventud con el fin de perfeccionar el movimiento y su lucha.
«Debemos seguir defendiendo la unidad dentro de la Federación y, sobre todo, de sus organizaciones miembros, con nuevos enfoques, pues nuestro principal y difícil propósito común es detener la guerra para una paz duradera, así como seguir honrando nuestro carácter antiimperialista».