RAMALLAH, agosto 2.— Fieles palestinos chocaron este domingo con tropas ocupantes israelíes en el complejo de la mezquita Al Aqsa durante una protesta por la muerte de un bebé quemado vivo por pobladores israelíes, informa PL.
Una portavoz policial israelí dijo que «hombres enmascarados lanzaron botellas incendiarias contra soldados que protegían a turistas durante una visita al Templo del Monte».
Los israelíes afirman que en la zona donde está erigida Al Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados del Islam, junto a las ciudades de La Meca y Medina, en Arabia Saudita, estaba el templo del rey Salomón y han tratado de destruir la mezquita.
Las protestas de este domingo fueron detonadas por la ola de indignación que siguió a la muerte del bebé palestino quemado vivo, cuya casa fue incendiada en medio de la noche por pobladores israelíes de un asentamiento paramilitar en la ciudad cisjordana de Duma.
Los atacantes además pintaron las paredes con consignas anticristianas como «Viva el Mesías» y, en otras, la palabra «venganza».
A mediados de semana desconocidos rompieron las ventanas de varias casas en Duma, esparcieron líquidos inflamables y lanzaron botellas incendiarias.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó pesar por el hecho, pero el presidente palestino, Mahmoud Abbas, se dijo incrédulo de la sinceridad de las declaraciones.
El gobierno palestino responsabilizó al israelí por la acción vandálica «consecuencia de décadas de impunidad» de los pobladores de los asentamientos que Tel Aviv ha construido en Cisjordania y la judaización de Jerusalén este, anexada por Israel en 1980.
Abbas anunció que el asesinato del recién nacido será presentado ante la Corte Penal Internacional como otro crimen de guerra cometido por Israel en los territorios palestinos, ocupados desde la guerra de junio de 1967.