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BOGOTÁ, junio 8.— Víctimas del conflicto armado en los departamentos colombianos de Caldas y Quindío destacaron la decisión del gobierno y la guerrilla de las FARC-EP de darles participación directa en los diálogos de paz, destaca PL.
Según reportes de la unidad especial responsabilizada con la atención y registro de los afectados por la violencia, en Caldas existen 83 000 víctimas ubicadas en 24 municipios.
En declaraciones a la emisora Caracol Radio, el suboficial de la policía caldense, César Lasso, señaló que, además del reconocimiento jurídico, un aspecto importante es la aplicación de la justicia y el reconocimiento público del daño causado.
Añadió que la definición de las bases a partir de las cuales se abordará esta problemática en la mesa instalada en La Habana constituye un paso trascendental para alcanzar la paz.
Las víctimas merecemos el reconocimiento y esperamos que la verdad sea el pilar en los diálogos. Confío en que el presidente Juan Manuel Santos logre sus propósitos de poner fin a un conflicto armado que perdura en el país desde hace más de medio siglo, manifestó.
Por su parte, la representante de las Asociaciones de Víctimas del departamento del Quindío, Clementina Murillo, afirmó sentirse muy optimista ante la discusión de ese punto, el quinto en la agenda de diálogos de La Habana.
Esperamos tener una participación real en las conversaciones, «por nuestra condición de víctimas sabemos qué se siente, qué exigimos y qué esperamos», indicó.
A su juicio lo concerniente al principio de la verdad reviste gran importancia «porque muchos de nosotros no sabemos qué paso con nuestros familiares, hijos, esposos, amigos desaparecidos, y necesitamos esa verdad como parte de la reparación».
Las víctimas merecemos el reconocimiento y esperamos que, con esta posibilidad, se nos dé nuevamente la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida, subrayó.
El gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) acordaron este sábado tres mecanismos que permitirán a las partes avanzar, de forma paralela, en los puntos pendientes de la agenda: las víctimas y el fin del conflicto en sí mismo.
En lo referido al primero de estos, se establecieron diez principios rectores, entre ellos el reconocimiento de los afectados por el conflicto, su participación en la mesa de diálogo, el esclarecimiento de la verdad, la reparación, y la garantía de no repetición, protección y seguridad.
