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Un General sempiterno

La muerte del general Vo Nguyen Giap duele después de tan prolongada y fructífera vida. Su ejemplo es semilla que germina hoy en Vietnam

Autor:

Walfredo Angulo

La muerte del general Vo Nguyen Giap duele después de tan prolongada y fructífera vida. Su ejemplo es semilla que germina hoy en el hermano pueblo empeñado en cumplir el legado de Ho Chi Minh, de tener un Vietnam cien veces más hermoso.

Al quedar sembrado en la antigua tierra de los anamitas, Giap suma a las derrotas de tres poderosos ejércitos de potencia mundiales la victoria contra el tiempo, al haber sobrepasado los 102 años.

Considerado como uno de los más grandes militares de todas las épocas, por su estrategia de no retroceder jamás, es calificado de hermano mayor del Ejército Popular de Vietnam, amigo y alumno de Ho Chi Minh.

Aunque no conoció al Che Guevara, se carteaba con él y leyó su libro Guerra de Guerrillas, según dijo a este periodista en entrevista que ofreció en Hanoi por el aniversario 30 de la batalla de Dien Bien Phu, victoriosa acción que tuvo para Indochina un significado similar a la de Cuito Cuanavale para África.

Giap tenía en ese momento 73 años, con una energía y lucidez asombrosas. Las secuelas de la guerra parecían no haberle dejado huellas. En el afán por la entrevista que les fue negada a destacados colegas de otros países, le leí el cuestionario, devolviéndolo con un gesto amigable, como para no lastimar.

Luego de una pausa, habló y me miró sonriente. Ahora solo unas fotos en el patio de la Cancillería y después que conozca Dien Bien Phu, continuamos el trabajo, dijo, y fue la mejor manera de explicar que había ejercido el oficio desde joven y durante algunos años.

Dedicó recientemente al pueblo cubano su obra Guerra del Pueblo, Ejército del Pueblo, como un saludo de solidaridad y victoria, expuesta en la Feria Internacional del Libro de  La Habana.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el llamado Imperio del Sol Naciente consideró oportuna la ocupación de Indochina  al entrar los alemanes a Francia y capitular el ejército francés vergonzosamente ante los fascistas japoneses.

El ejército vietnamita inició la insurrección general  contra la oligarquía feudal japonesa, que culminó con el triunfo de la Revolución de agosto en 1945 y la toma de Hanoi, luego de ser ocupadas las principales ciudades del país, lo que da surgimiento a la República Democrática de Vietnam.

Concluida la Guerra de Corea y firmado el armisticio, Francia, con el apoyo de Estados Unidos, incrementó su presencia militar con la ejecución del llamado Plan Navarrete. Washington, que cubría en 1950 solo el 15 por ciento de los gastos de guerra en Indochina, pasó a un 80 por ciento en 1954, básicamente en material bélico.

Luego de este necesario recordatorio entramos en Dien Bien Phu, importante nudo de carretera, a unos cien kilómetros al oeste de Hanoi, valle que desde el aire semeja un riñón humano, rodeado de picos montañosos. Cuando visité ese lugar en 1984 a propuesta de Giap, aún las trincheras, fortines, equipos blindados y cañones artilleros, parecían humeantes y con vida.

El lugar había sido considerado como una fortaleza inexpugnable. El valle de 18 kilómetros de largo disponía  de tres grupos de artillería incluidos cañones de 180 milímetros, una compañía de tanques, 200 camiones artillados, un batallón de ingenieros, una escuadrilla de 12 aviones y fuerzas élites.

Fueron 55 días de férreos combates, donde la inteligencia superó el poder de las armas. La prepotencia francesa les impidió ver que a pesar de su sofisticada artillería, los vietnamitas, trasladados a través de decenas de kilómetros  entre las montañas y ubicados en cavernas, al disparar desde la altura, aniquilaron las fortificaciones y trincheras enemigas.

El Mayor General De Castries y su estado mayor se rindieron incondicionalmente ante Giap, junto a más de 1 740 oficiales y suboficiales, mientras 16 200 soldados fueron aniquilados o hechos prisioneros.

Francia se vio obligada a la firma de los acuerdos de Ginebra del 21 de julio de 1954 que debían establecer la paz en Indochina y la integridad territorial de Vietnam, Laos y Cambodia. Pero el territorio vietnamita quedó dividido en el paralelo 17, y franceses y norteamericanos establecieron un régimen títere, creando condiciones para atacar al Norte.

La guerra de Estados Unidos de 1954 a 1975 obligó a Washington a desplegar más de medio millón de soldados norteamericanos en el sudeste asiático, junto a 70 000 efectivos de otros países que se sumaron a la agresión.

La histórica campaña Ho Chi Minh, que culminó con la humillante huida de los agresores estadounidenses el 30 de abril de 1975, con la toma de Saigón, es otra razón para que el longevo general Vo Nguyen Giap muestre, aun después de muerto, una eterna sonrisa de victoria.

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