Al iniciar una nueva ronda de diálogos este lunes, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) instaron al Gobierno colombiano a centrarse en el orden de la agenda pactada previamente entre las partes y dejar, para más adelante, la propuesta del presidente Juan Manuel Santos para que la ciudadanía refrende los acuerdos que puedan alcanzarse en las negociaciones que se llevan a cabo en La Habana.
Desde mayo pasado guerrilla y Gobierno dialogan sobre el segundo tópico: participación política, pero en el ciclo anterior el tema quedó relegado ante la propuesta lanzada por Santos de refrendar lo pactado en la mesa el mismo día de las elecciones generales de marzo del 2014.
«Ahora urge volver al orden de la agenda, atendiendo a lo que está pactado desde los inicios del diálogo, lo cual ninguna de las partes puede pretender variar, tal como en ocasiones ha ocurrido por acción unilateral del Gobierno», afirmó el insurgente Pablo Catatumbo en un comunicado leído a los medios antes de iniciar el décimo cuarto ciclo de conversaciones.
No obstante, asegura la guerrilla, debido al auge que el tema del referendo ha alcanzado en el país, la mesa de diálogo está pendiente de la visita, por invitación de las FARC-EP, de una «comisión de Senadores, representantes a la Cámara y jefes de partidos políticos», entre los cuales, dicen, se incluirá a Unión Patriótica.
En otra parte de su alocución las FARC-EP lanzaron duras críticas al nuevo ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, y al titular de Defensa, Juan Carlos Pinzón, nombrado el primero y ratificado el segundo en sus puestos la semana pasada por el presidente Santos.
Santos anunció el 5 de septiembre cambios en cinco de los 16 ministerios de su Gobierno, después de la renuncia protocolar colectiva de su gabinete tres días antes, en coincidencia con un paro nacional agrario y popular que tiene al país en vilo desde hace más de 20 días y que ha sido duramente reprimido por la policía.
La guerrilla cuestionó la idoneidad de ambos para ofrecer soluciones a la actual situación en Colombia y reprochó al Gobierno que haya recurrido a «medidas de represión militarista» para afrontar las protestas campesinas desatadas en el país.
En el caso específico de Lizarralde el grupo insurgente lo calificó como un «representante del círculo de latifundistas», al que acusó de haber acumulado tierras mediante trucos y simulaciones jurídicas.
Santos salió en defensa de Lizarralde y lo calificó como «una de las personas que más sabe del agro colombiano» y que «puso en marcha un esquema donde los campesinos son los primeros beneficiados, un esquema donde vamos a poner a producir con eficiencia el campo colombiano».
En cuanto a Pinzón, duro crítico de las FARC-EP y del proceso de paz, la guerrilla lo acusó de ser el artífice de la criminalización de las manifestaciones agrarias que ya han dejado —dicen— 17 muertos y cerca de 850 heridos.