EL CAIRO, agosto 3.—Los egipcios están hoy ante un panorama en el que prevalecen la violencia de los choques entre islamistas y la Policía y la incertidumbre sobre la salida a la crisis que asfixia a este país, informa PL.
Los combates hasta tarde anoche entre seguidores del depuesto presidente Mohamed Morsi y las fuerzas antidisturbios que trataron de sitiar el complejo que alberga las televisoras privadas se saldó con 23 heridos, varios de ellos oficiales y agentes, acorde con los primeros reportes oficiales.
Otras marchas de los leales al mandatario defenestrado hacia las sedes del Ministerio de Defensa y de la Inteligencia Militar fueron desviadas de su curso sin incidentes.
La víspera al mediodía, circularon insistentes versiones de contactos secretos entre delegados de la Hermandad Musulmana y funcionarios del gabinete del presidente Adli Mansour en busca de un compromiso, pero, si ocurrieron, no surtieron efecto apaciguador sobre la situación.
Decenas de miles de seguidores de la HM siguen concentrados en el distrito de Ciudad Nasser, en esta capital, y en la plaza Nahnda, en la vecina provincia de Giza, donde aseguran que permanecerán hasta la reposición de Morsi en la Presidencia, posibilidad que las autoridades provisorias descartan de antemano.
Aunque ambas partes guardan silencio absoluto, es conocido que por lo menos tres factores, una delegación de la Unión Africana, el enviado para Levante de la Unión Europea y el subsecretario de Estado norteamericano William Burns, que llegó anoche tarde, interponen sus buenos oficios para alcanzar un entendimiento pacífico.