El exanalista militar Bradley Manning reconoció ser el responsable de la filtración a Wikileaks. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:37 pm
FORT MEADE, Estados Unidos, julio 30.— El exanalista militar Bradley Manning fue encontrado «No culpable» del cargo más grave que afrontaba, el de «ayuda al enemigo» por filtrar documentos clasificados a WikiLeaks, pero fue acusado de 20 cargos, entre ellos el de espionaje, que pueden suponerle una pena máxima de 136 años, dijo EFE.
Manning, que se mostró tranquilo en la sala del tribunal militar de la base de Fort Meade, estado de Maryland, escuchó cómo la jueza castrense Denise Lind leyó primero el «No culpable» para el cargo más grave, el de «ayuda al enemigo».
El Gobierno estadounidense había decidido no pedir la pena de muerte por esa grave violación del código militar y solicitó la cadena perpetua por haber puesto en manos del enemigo información sensible a través de WikiLeaks.
El soldado que facilitó más de 700 000 documentos secretos a WikiLeaks, la mayor filtración de la historia estadounidense, fue absuelto de transmitir un vídeo en noviembre de 2009, poco después de llegar a Iraq.
Analista de inteligencia en Iraq desde octubre de 2009 hasta mayo de 2010, cuando fue detenido, Manning fue encontrado culpable de violar la Ley de Espionaje por la filtración de los diarios de guerra de ese país y Afganistán, los cables diplomáticos del Departamento de Estado, informes de presos de la Base Naval de Guantánamo —territorio cubano ilegalmente ocupado por el Pentágono— o direcciones militares de correo electrónico.
Vídeos como Collateral Morder (asesinato colateral), en el que se ve un ataque aéreo que mata a inocentes en Iraq, fueron ampliamente divulgados por WikiLeaks y Manning reconoció haber hecho la filtración para mostrar la frialdad y crueldad con la que se operaba en el teatro de guerra.
Además, fue declarado culpable de almacenar información sin autorización y vulnerar las medidas de seguridad de las bases de datos secretas a las que tuvo acceso en Iraq, añade EFE.
Este miércoles, la jueza Lind abrirá la fase de sentencia, en la que se podrán presentar nuevas pruebas. La pena final puede variar dependiendo de la opinión de la magistrada, aunque con toda seguridad incluirá la salida de Manning de las Fuerzas Armadas.
El soldado lleva más de tres años en prisión y pasó casi nueve meses en un duro régimen de vigilancia y aislamiento en Quantico (Virginia), lo que fue declarado injusto por la coronel Lind, que le garantizó una reducción de la pena de 112 días por ese motivo.
Durante el juicio, que comenzó el 3 de junio, la Fiscalía pidió una condena por ayuda al enemigo debido a que era consciente de que al colocar la información en internet a través de WikiLeaks, «adversarios y organizaciones terroristas enemigas de Estados Unidos como Al Qaeda tenían acceso a la información».
La defensa argumentó que WikiLeaks es una organización periodística y advirtió de que una inculpación iba a sentar un precedente preocupante para la labor periodística. Además justificó sus acciones por la necesidad de que los estadounidenses y el mundo en general conocieran los excesos de los militares en las guerras en Iraq y Afganistán y los abusos en países del Tercer mundo, agregó EFE.
El complejo proceso a Manning es el primero desde la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) en el que se intenta culpar a un militar de «ayuda al enemigo» por transmitir información y ha sido seguido con gran interés por WikiLeaks, que teme que éste sea un intento de llevar ante la Justicia estadounidense a su fundador, el australiano Julian Assange, quien actualmente está refugiado en la embajada de la República de Ecuador en Londres.
Varias decenas de simpatizantes del exanalista se manifestaron este martes a las puertas de Fort Meade y un centenar de periodistas acudieron a informar del veredicto.
La tía de Manning, Debra Van Alstyne, envió un comunicado al diario británico The Guardian en el que se mostró «decepcionada» con el veredicto, pero «alegre» de que la jueza haya estado de acuerdo «en que Brad nunca tuvo intención de ayudar a los enemigos de EE.UU. de ninguna manera».
La Unión de defensa de los Derechos Civiles en Estados Unidos (ACLU) y Reporteros Sin Fronteras criticaron la sentencia por ser un ataque a la labor de los informantes de secretos y por poner en riesgo filtraciones que sirvan al interés público, apuntó EFE.