Los tiroteos casi diarios en Cachemira tienen en suspenso a la comunidad internacional. Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm
NUEVA DELHI, enero 16.— India y Paquistán acordaron este miércoles observar con rigurosidad el acuerdo del cese el fuego en la limítrofe región de Cachemira, donde en los últimos diez días tuvieron lugar enfrentamientos causantes de cinco bajas entre los bandos, reportó PL.
El último, ocurrido en la noche del martes en el distrito de Poonch, como los anteriores, dejó un Ranger paquistaní muerto y motivó una nueva reunión entre altos mandos militares de ambas naciones, que casi desde su independencia misma en 1947 reclaman la total soberanía sobre ese territorio al pie de la cordillera del Himalaya.
Los DGOM (directores generales de operaciones militares) de los dos países tuvieron una charla de diez minutos en la mañana y expresaron el compromiso de las partes de no violar el alto el fuego y practicar la máxima moderación, dijo un portavoz del ejército indio a la agencia de noticias IANS.
El lunes, en Poonch, hubo una reunión a nivel de generales de brigada con igual propósito, pero esa misma noche se produjo un nuevo ataque del que cada ejército culpó al otro.
Los directores de operaciones acordaron no permitir una escalada de la situación a lo largo de la Línea de Control, señalaron las fuentes militares indias.
La del martes en la noche fue la tercera baja mortal entre los paquistaníes desde que el 6 de enero los bandos se enrolaran en una serie de choques ya cercana a la docena.
La India, entretanto, asegura que dos de sus jawans (militares) fueron degollados el martes 8 y que la cabeza de uno de ellos fue tomada como trofeo por los Rangers.
Los tiroteos casi diarios en Cachemira, una de las regiones más militarizadas del planeta, tienen en suspenso a la comunidad internacional, máxime porque ambos países poseen armas atómicas y ya fueron dos veces a la guerra por el territorio.
Vigente desde el 2003, el cese el fuego a lo largo de la Línea de Control ha sido violado una y otra vez desde entonces, pero la frecuencia e intensidad de los últimos choques amenazan con descarrillar el proceso de entendimiento en que están empeñados Nueva Delhi e Islamabad desde inicios del 2011.