Los integrantes de la delegación gubernamental encabezada por Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
En las conversaciones de paz se trabaja «duro por la paz» y haciendo uso del «arma poderosa de la verdad», declaró a la prensa el Comandante guerrillero Iván Márquez, jefe del equipo negociador por la parte insurgente, poco antes de iniciar la tercera jornada del diálogo de paz, que tiene lugar en La Habana, entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Con esa «verdad pura y limpia», como «mejor manera de persuadir», estamos buscando la paz para Colombia, apuntó. «Tenemos una fe inmensa, profunda en la capacidad de movilización del pueblo de Colombia para lograr la paz, que tanto anhelamos y deseamos todos», manifestó Márquez a su llegada al Palacio de Convenciones capitalino, donde tienen lugar las conversaciones.
Contrario a como ha ocurrido durante las dos jornadas precedentes, este martes hicieron primero su entrada a la sede del diálogo los integrantes de la guerrilla colombiana y luego arribaron los delegados del Gobierno de Juan Manuel Santos, encabezados por Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador, quienes tampoco esta vez ofrecieron declaraciones a la prensa.
Hasta el momento, la discreción ha marcado el trabajo de las partes en la mesa, la cual se rige por una agenda de cinco puntos previamente pactada en La Habana, que incluye el desarrollo agrario integral, como tema inicial y en el que Cuba y Noruega participan como garantes, al tiempo que Venezuela y Chile lo hacen como acompañantes.
Poco después de las declaraciones del Comandante guerrillero, la delegada insurgente Viviana Hernández leyó una declaración pública, firmada por el Estado Mayor de las FARC-EP y suscrita en las montañas de Colombia, donde se denuncian presiones de policías «disfrazados de civil» contra una guerrillera identificada como Mireya, a quien, aseguran, «pretenden arrebatarle la custodia de sus hijos menores de edad en caso de que no delate o dé información sobre la ubicación geográfica del Comandante Francisco González, jefe del bloque occidental, Comandante Alfonso Cano».
El texto leído por las FARC-EP denuncia las amenazas a la familia de la insurgente, conducta que —aseveran— viola las normas del Derecho Internacional Humanitario y desconoce la Constitución colombiana.
En nombre del Estado Mayor Central de las FARC-EP, el texto rechaza la actuación policial e insta a los colombianos y a organizaciones internacionales a incrementar el cuidado y la protección a los centenares de dirigentes revolucionarios y líderes de organizaciones sociales amenazados.