DAMASCO, julio 14.— Integrantes de grupos armados que ocupaban la localidad de al-Tremseh, al norte de Siria, admitieron este sábado que participaron en acciones contra la población local que terminaron en la masacre utilizada por Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania para atacar al gobierno sirio e impulsar más sanciones y una posible intervención extranjera.
Los irregulares Hekmat Shehadeh, Moustafa Younis, Saed Darwish, Ramy Abdel-Salam Darwish y Mohammed Sattof, confesaron su afiliación a esas bandas que en número cercano a los 300 efectivos estaban desplegados en la aldea de al- Tremseh, al noroeste de la ciudad de Hama, a 209 kilómetros de Damasco, reseñó PL.
En declaraciones a la televisión local después de su captura por fuerzas del Ejercito Árabe Sirio, los terroristas dijeron que entre sus filas había hombres armados procedentes de otras naciones, incluidos libios y turcos.
Indicaron que habían recibido órdenes de atacar a los puestos de las fuerzas gubernamentales e impedir a los ciudadanos dirigirse a sus empleos.
Asimismo confesaron que contaban con un amplio arsenal de armas ligeras y medianas, incluidas ametralladoras, lanza-misiles RPG, granadas y morteros, entre otras.
También declararon que usaron francotiradores apostados en las azoteas de todas las casas para atacar al Ejército y a los ciudadanos que incumplían la orden de permanecer en casa y marchaban a sus trabajos.
Medios de prensa y políticos occidentales culparon a las autoridades sirias de cometer esa masacre contra la población civil, sin tener en cuenta la acción de las bandas armadas a las que le dan el tratamiento de «pobres civiles asesinados por fuerzas gubernamentales».
Los observadores de la ONU lograron este sábado acceder a al-Tremseh para investigar la masacre ocurrida el pasado jueves. Fuentes del organismo internacional explicaron a EFE que los miembros de la misión estuvieron esperando a la entrada de la aldea hasta que, tras intensas negociaciones con las partes enfrentadas, finalmente accedieron al sitio.
En tanto, las fuerzas gubernamentales prosiguieron la batida contra bandas armadas y rechazaron un intento de infiltración desde territorio libanés, según fuentes oficiales.