El suicidio del pensionado Dimitris Christoulas ha desatado muestras de solidaridad con su personas, y la furia de los más desfavorecidos. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:19 pm
ATENAS, ABRIL 6.— Mientras Grecia espera hoy por más auxilio financiero de Europa, la carta de un anciano jubilado que se suicidó en la plaza Syntagma a causa de los efectos de la crisis económica, sacudió a la sociedad helénica.
En su dramático mensaje el miércoles, el pensionista Dimitris Christoulas, de 77 años, culpó por su muerte al actual gobierno del primer ministro, Lucas Papademos, al cual igualó con el del colaboracionista Georgios Tsolakoglou, que rigió el país durante la ocupación nazi.
El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años, denunció Christoulas antes de pegarse un tiro en las afueras del Parlamento.
«Dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un fusil Kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir», consignó.
No obstante, la parte más sorprendente del texto emana de un llamado a la juventud a que tome las armas para labrar un nuevo porvenir, frente a la indolencia de la clase política ante los efectos de la crisis y las duras medidas de austeridad en la población.
«Creo que los jóvenes sin futuro tomarán algún día las armas y colgarán cabeza abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945», exteriorizó el jubilado suicida.
En la actualidad, la tasa de desempleo helena es de un 20,9 por ciento, pero casi la mitad de los jóvenes (un 48 por ciento) permanecen parados.
Ante la difícil coyuntura económica, en apenas los primeros tres meses del año el número de suicidios en Grecia ya llegó a 149.
Ahora a esas estadísticas se sumará el propio Christoulas, un jubilado enfermo de cáncer, casado y con una hija que había vendido la farmacia que regentaba en 1994.
Mientras tanto, el calvario griego parece no tener fin, según se desprende de las declaraciones del exministro de Finanzas Evangelos Venizelos.
Para el nuevo presidente del Partido Socialista Panhelénico (Pasok) resulta bastante probable que Atenas necesite de un tercer paquete de rescate monetario para capear el temporal de la crisis de la deuda soberana.
Contamos con el compromiso de la Eurozona para acceder de nuevo a dinero privado, señaló Venizelos este viernes, al reconocer la fase crítica en la que se encuentra el país.
De acuerdo con el político, tras la aprobación del segundo paquete de rescate para Grecia no debe desatarse la euforia, ya que según reconoce "el juego no ha terminado", aunque para otros como el pensionista Christoulas el miércoles haya sido su último día.
De momento, el número de personas sin casa en Grecia subió un 25 por ciento en los últimos tres años, al tiempo que un 27 por ciento de la población enfrenta riesgo de pobreza o exclusión social.