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KABUL, marzo 1.— Dos soldados estadounidenses de la Fuerza Internacional para la Asistencia y Seguridad (ISAF), comandada por la OTAN, murieron hoy por disparos de militares afganos en la convulsa provincia sureña de Kandahar, según fuentes oficiales.
Portavoces de la OTAN comunicaron a medios informativos que los disparos fueron efectuados por «dos individuos, uno al parecer miembro del Ejército afgano y el otro vestido de civil», quienes atacaron a militares nacionales y de la ocupantes tropas extranjeras. El jefe del distrito de Zhari, Niaz Mohamed, precisó que el suceso ocurrió en una base conjunta de las fuerzas afganas y de la OTAN y aseguró que en el hecho participó al menos un oficial de entrenamiento afgano. Mohamed explicó que los militares estadounidenses respondieron al ataque y mataron al agresor y a otro soldado.
Una ola de violencia se desata desde hace 10 días sobre el territorio afgano, tras la quema de ejemplares del Corán y otros materiales religiosos islámicos dentro de la principal base-prisión de Estados Unidos en Bagram, a unos 50 kilómetros al norte de Kabul.
Mientras, un jefe tribal afgano y cuatro miembros de su seguridad personal fallecieron por el estallido de una mina al paso del vehículo en que viajaban en la provincia norteña de Faryab. El vocero gubernamental, Ahmed Jawid Bedar, reportó que la explosión ocurrió en el área de Qissar y mató a Mohamed Musa, el líder de un consejo tribal y a los cuatro guardias que lo acompañaban.
Un portavoz talibán, Zabiulá Muyahid, admitió vía electrónica la autoría del atentado, pero elevó a siete el número de muertos.
