SANAA, dic 10.— El Gobierno de unidad nacional de Yemen prestó juramento hoy ante el vicepresidente Abdo Rabbo Mansour Hadi, mientras miles de jóvenes y mujeres continuaron exigiendo el procesamiento judicial del todavía mandatario Alí Abdulah Saleh.
Hadi, a quien Saleh transfirió sus poderes como parte de un acuerdo para la transición firmado el 23 de noviembre en Arabia Saudita, encabezó la ceremonia en la que los 34 ministros y el jefe del Gabinete, Mohammed Basindwa, prometieron lealtad.
El Ejecutivo provisional yemenita, cuya juramentación tuvo lugar en el Palacio Presidencial de Sanaa, tendrá una vigencia de tres meses, si se cumple el calendario que fijó para el 21 de febrero las elecciones anticipadas para el Parlamento.
El nuevo equipo de Basindwa lo integran 17 titulares del anterior mandato afín al partido Congreso General Popular (CGP), de Saleh, e igual número de la coalición opositora Encuentro Común.
Según la iniciativa para la transición presentada por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico, avalada por Estados Unidos y la Unión Europea, Hadi asumiría la presidencia interina por un período de dos años a partir de los comicios legislativos.
Una vez que el ahora vicemandatario resulte electo presidente, Saleh perderá el título honorario de jefe de Estado que conserva y será apartado oficialmente del poder, con garantías de inmunidad judicial.
Precisamente, la ceremonia de juramentación coincidió con masivas movilizaciones en Sanaa y en Taiz, donde hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes que se manifestaron en las calles desde el 27 de enero, exigieron el enjuiciamiento del controversial estadista.
Los inconformes protestaron el viernes y volvieron a hacerlo este sábado con lemas y pancartas en la que reclamaron justicia para los más de 350 muertos y miles de heridos que, según sus estimaciones, causó la represión de las marchas por las fuerzas militares leales a Saleh.
Que el mundo sepa que Saleh debe ser juzgado y no inmunidad para el asesino, fueron consignas gritadas por jóvenes en calles aledañas a la Plaza del Cambio de Sanaa y Taiz, así como de mujeres que marcharon con idéntica exigencia por la ciudad portuaria de Al-Hudeidah.
Muchos activistas subrayaron que nuestra revolución continuará hasta la limpieza total de Yemen, en claro rechazo a la presencia en el nuevo gabinete de figuras ligadas al presidente.
Entretanto, efectivos del Ejército y la Guardia Republicana, ambas fuerzas controladas por familiares de Saleh, comenzaron a retirarse de calles y edificios de Taiz, a la par que lo hacían milicias tribales y soldados desertores al mando del general Alí Mohsen Al-Ahmar.