EL CAIRO, noviembre 27.— La Liga Árabe (LA) adoptó hoy en esta capital un paquete de sanciones económicas contra Siria, en un alineamiento a la hostilidad de potencias occidentales, sin precedentes en la historia de la organización regional.
El consejo de ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes decidió, sin la obvia presencia de Siria y con sólo 19 de los restantes 21 votos posibles, prohibir a funcionarios del Gobierno de Damasco viajar a los Estados miembros.
Las medidas punitivas, a tono con las ya impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, incluyen congelar los fondos sirios en países árabes, interrumpir los lazos comerciales y financieros, y cortar las transacciones con el Banco Central Sirio.
Siguiendo propuestas de los ministros de Economía reunidos el sábado en El Cairo como parte del Consejo Económico y Social de la LA, los cancilleres también llamaron a vetar los vuelos comerciales entre los países miembros y Siria, aunque esa medida aún no entrará en vigor.
El resto de las sanciones tienen aplicación inmediata, explicó en una rueda de prensa en esta capital el primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Catar, jeque Hamad bin Jassim Al Thani, presidente de turno de la Liga y jefe del comité especial para Siria.
Al explicar pormenores de las sanciones dijo que se dio ese paso para presionar a Damasco a que acepte un protocolo para el envío de observadores, un tema sobre el cual el gobierno del presidente Bashar Al-Assad presentó sus dudas sobre el plan y solicitó enmendarlo.
Las medidas paralizarán varios proyectos inversionistas en ejecución en el país, apuntó el funcionario catarí poco después de declarar a periodistas que «hoy es un día triste para mí, porque aún esperamos que nuestros hermanos en Siria firmen el documento del protocolo».
Añadió que el plan aceptado por Damasco el pasado 2 de noviembre también incluye «detener las matanzas (sic) y liberar a los detenidos, así como retirar todo elemento militar de las ciudades», pasos que las autoridades sirias empezaron a dar incluso antes de pedírselo la LA.
Integrado por 22 Estados, el ente panárabe sólo contó con el aval de 19 países para castigar a uno de sus miembros fundadores, dado que Irak presentó «reservas», y el Líbano y Argelia declinaron ser parte de la resolución que abre otro frente de agresividad en la cruzada antisiria.
Según Al Thani, presidente de turno de la Liga y jefe del comité que monitorea la crisis siria, los dignatarios árabes están interesados en detener la violencia y las muertes en Siria, las cuales atribuyen únicamente a la supuesta represión gubernamental.