Sebastián Piñera, Presidente de Chile. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
El presidente chileno, Sebastián Piñera, aseguró este martes que unos 70 mil estudiantes de secundaria perderán el año escolar debido a la paralización de las actividades, que se ha extendido desde hace más de cuatro meses en demanda a una educación pública de calidad, indica Telesur.
Piñera lamentó que los secundarios que se encuentran movilizados, que a su juicio representan el dos por ciento del total de los matriculados en todo el país, «no quisieron ni facilitaron el camino» al rechazar inscribirse en un programa estatal para finalizar el primer semestre del curso en otros colegios.
El mandatario realizó las declaraciones durante una entrevista concedida a la Televisión Nacional de Chile (TVN).
«Es muy doloroso ver cómo 70 mil niños van a perder su año escolar, pero un presidente tiene que preocuparse por los tres millones y medio de estudiantes y escolares que necesitan iniciar el segundo semestre y seguir avanzando», manifestó el jefe de Estado.
Desde el pasado mes de mayo, los estudiantes secundarios y universitarios realizan manifestaciones que incluyen marchas, huelgas de hambre y la paralización de actividades escolares en demanda a la educación pública de calidad y accesible a cualquier ciudadano.
Desde el inicio de las movilizaciones, la popularidad del presidente Piñera ha caído a un 27 por ciento, la peor que ha tenido un mandatario en toda la democracia chilena.
De acuerdo a cifras del Gobierno, más de 160 mil escolares se inscribieron en el mencionado plan que tiene como principal objetivo que los secundarios asistan a clases en colegios que no estén ocupados y que a su vez rindan exámenes en sus casas, previa preparación por Internet.
El sistema de enseñanza de primaria y secundaria chileno exige a los escolares cumplir con el 85 por ciento de asistencia a clases durante el año, de lo contrario pierden el año.
Universitarios y profesores junto a los estudiantes secundarios se han mantenido firme en su lucha con masivas manifestaciones.
La comunidad estudiantil exige, además de una educación gratuita, una serie de condiciones para establecer el diálogo con el Gobierno y poner fin a más de cuatro meses de protestas.
Entre las condiciones de los estudiantes está la de flexibilizar el semestre académico en las universidades y frenar el envío al Congreso de proyectos de ley relativos a la enseñanza, que fueron rechazadas por la comunidad.
Chile cuenta con uno de los sistemas educativos más privatizados del mundo tras las reformas aplicadas por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), Giorgio Jackson, manifestó este martes que las condiciones que los universitarios le piden al Gobierno para ir al debate apuntan a un «proceso transparente, sin doble agenda, y que no significara amenazas de pérdida de beneficios para los más vulnerables».
Ratificó para el próximo jueves, el anunciado paro al que calificó como «una alternativa super viable y que nos va a poder permitir volver a poner el tema en la palestra».
La decisión de paro nacional se concretó la semana pasada en plena reunión de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) celebrada en Valparaíso (noroeste de la ciudad de Santiago) y en respuesta al rechazo, según ellos, de parte del gobierno.