TRÍPOLI, agosto 27.— La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) continuaba este sábado los bombardeos sobre Sirte, ciudad natal del líder libio Muammar al-Gaddafi, a unos 360 kilómetros al este de esta capital; un asedio que según la Alianza antecede a la ofensiva que preparan los opositores armados contra esa región, aún en poder de las fuerzas leales al líder libio.
La organización también confirmó que en las últimas horas destruyó en Sirte 11 vehículos con armas y un blindado, además de inmuebles del Gobierno libio, reportó PL.
Según AFP, los gaddafistas seguían resistiendo en Ben Yawad, a 140 kilómetros al este de Sirte, y bombardearon a opositores armados bloqueados en Ras Lanuf, 20 kilómetros más al este.
Mientras, en Trípoli se agravaba la escasez de alimentos, agua, combustible y suministros médicos, indicó Reuters.
Algunos comercios abrieron sus puertas, aunque la falta de comida y productos básicos había elevado los precios. Por ejemplo, dijo AFP, la gasolina costaba este sábado 20 veces más que antes de la insurrección y la leche valía el doble.
También se supo que los opositores practicaron ejecuciones extrajudiciales de partidarios de Gaddafi durante la ofensiva en Trípoli, según denunció este sábado una fuente humanitaria cuyos informes habitualmente critican la actuación del Gobierno. Según PL, la fuente —que no fue identificada—, agregó que abusos y torturas a combatientes leales a Gaddafi capturados en combate se realizaron por los rebeldes a medida que iban controlando distintas ciudades. Otros testimonios refieren que los insurgentes han aplicado brutales represalias contra civiles y prisioneros seguidores del líder libio, y negaron auxilio a heridos que agonizaban en calles y hospitales tras los enfrentamientos.
Varios reportes precisaron que la búsqueda de Gaddafi seguía siendo una prioridad de los opositores armados. En una rueda de prensa en la ciudad de Bengazi, en el este del país y todavía sede principal del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdel Jalil, uno de sus jefes, también comentó que la recompensa por la captura de Gaddafi había aumentado de los 1,7 millones de dólares fijados tras la entrada a Trípoli, aunque no precisó cifras, reseñó EFE.