Visita a Gerardo. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
El activista y actor norteamericano Danny Glover, y el realizador Saul Landau, visitaron en prisión a Gerardo Hernández, uno de los cinco antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998.
Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González cumplen condenas que llegan hasta doble cadena perpetua más 15 años de cárcel por informar sobre planes criminales de grupos anticubanos asentados en el estado norteamericano de la Florida.
En un texto publicado por el sitio digital Cubadebate, ambas personalidades recuerdan que José Basulto formó la organización Hermanos al Rescate, financiada por grupos de poder económico del ala derechista de la emigración, que se dedicó a entrar al espacio aéreo cubano y soltar volantes provocadores.
Los antiterroristas cubanos descubrieron que Basulto tenía armas que pensaba lanzar en Cuba, subraya el artículo, y Gerardo ayudó a salir de Estados Unidos a Juan Pablo Roque, quien denunció ese plan.
De regreso en Cuba, refirió el texto, Roque celebró una conferencia de prensa y reveló que él también había sido informante del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y como testigo presencial ofreció detalles de los planes violentos de Basulto contra Cuba.
Poco después de la conferencia de Roque, Basulto anunció su intención de sobrevolar territorio cubano, afirma el texto, según el cual un funcionario de la Casa Blanca y la Autoridad Federal de Aviación sabían de los planes.
Sin embargo, apunta, el gobierno estadounidense acusó a Hernández como la fuente que dio a conocer los planes de vuelo de Basulto -tres aviones- dos de ellos derribados el 24 de febrero de 1996 al violar el territorio nacional cubano.
Después que Roque revelara su verdadera identidad, los comentaristas de la radio derechista de Miami comenzaron a asegurar que Cuba se había apoderado del FBI, señala.
En 1998, en parte para eliminar esa imagen, cree Hernández, el FBI lo arrestó a él y a otros cubanos,ése a que ellos habían suministrado al Buró los detalles de explosivos ocultos y alijos de armas, así como otra información relevante para la eliminación del terrorismo.
La acusación de Estados Unidos se basaba en la suposición de que los aviones fueron derribados en el espacio aéreo internacional, mientras los vectores cubanos indican que la acción ocurrió en el espacio aéreo nacional.
El gobierno norteamericano no ha mostrado imágenes satelitales por razones de «seguridad nacional», dice el texto, el abogado de Hernández no las exigió como evidencia para la defensa.
«¿Por qué -preguntó Hernández, de acuerdo con el artículo- el gobierno de Estados Unidos no usa esas imágenes si demuestran la argumentación de la fiscalía?»
Si el derribo ocurrió en el espacio aéreo cubano, dice, no habría delito; una apelación pendiente -una moción para eliminar la condena- argumentará este punto.
Glover y Landau afirmaron que durante el juicio, exiliados extremistas fotografiaron la licencia de los autos de los miembros del jurado y por ello estos temían que una declaración de inocencia pudiera tener como resultado que quemaran sus casas, o peor.