EL CAIRO, abril 16.— La Corte Suprema Administrativa de El Cairo dispuso hoy la disolución del Partido Nacional Democrático (PND), con el que Hosni Mubarak gobernó Egipto durante casi 30 años, y exigió traspasar sus bienes al Estado.
El jefe del mencionado tribunal, juez Magdy Al-Agati, explicó este sábado que el desmantelamiento de la otrora agrupación gobernante incluyó la liquidación de todos sus activos y confiscación de propiedades en todo el país para pasarlos al patrimonio estatal.
La medida es una de las más contundentes contra los símbolos del anterior régimen, después de que a comienzos de esta semana el fiscal general de Egipto, Abdel Meguid Mahmoud, giró órdenes de prisión preventiva por 15 días para Mubarak y sus dos hijos, Gamal y Alaa.
Además, la justicia inició un interrogatorio contra el ex gobernante y sus vástagos por presunto abuso de poder, malversación de fondos públicos, corrupción y relación con la matanza de más de 840 manifestantes cuando la policía reprimió protestas antigubernamentales.
Mubarak, quien se vio forzado a renunciar el 11 de febrero por las demostraciones callejeras que durante 18 días sacudieron al país, será transferido a un hospital militar bajo custodia policial, mientras sus hijos están recluidos en la prisión de Torah, en la periferia cairota.
El ex jefe de Estado lideró hasta su dimisión el PND, una agrupación creada en 1977 bajo la dirección del entonces presidente egipcio Anwar El-Sadat, y que tuvo un protagonismo significativo en la vida nacional hasta hace escasos dos meses.
Varios procesos electorales a instancias legislativas y presidenciales los ganó en medio de acusaciones de fraude flagrante, especialmente los parlamentarios de noviembre de 2010 donde se declaró vencedor con más del 80 por ciento de los escaños.
De hecho, la indignación de partidos políticos opositores y amplios sectores populares por esos resultados se menciona como uno de los detonantes de las revueltas callejeras desatadas el 25 de enero para reclamar la dimisión de Mubarak y la anulación de las elecciones.
Grupos de manifestantes volcaron su ira contra el PND y prendieron fuego al imponente edificio que servía de sede nacional, situado cerca de la plaza Tahrir, epicentro de las protestas antigubernamentales.
La semana pasada un sector aparentemente disidente de las políticas de Mubarak se adelantó a la disolución ordenada hoy y anunció el nacimiento del Nuevo Partido Nacional, como una escisión del PND que lidera el sobrino del ex presidente El-Sadat, Talaat El-Sadat.
Una de las reivindicaciones hechas en las marchas convocadas tras el derrocamiento del anterior Gobierno fue que se impidiera a dirigentes locales y nacionales del PND que no están en prisión presentarse en las elecciones parlamentarias previstas para septiembre próximo.