KABUL, marzo 26.— La OTAN admitió hoy su responsabilidad por la muerte de siete civiles en la sureña provincia afgana de Helmand, al confundirlos con insurgentes, reportó PL.
Un comunicado de la invasora Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), explica que el ataque aéreo se autorizó al recibir una información errónea sobre la presencia de un líder rebelde en uno de los dos vehículos bombardeados.
Luego de finalizar la ofensiva, los soldados extranjeros comprobaron que los cadáveres correspondían a civiles, por lo cual el alto mando de la coalición ocupante anunció la apertura de una investigación.
El incidente ocurrió apenas dos días después de las muertes de otras dos personas en un ataque similar en el oriental territorio de Khost.
Las bajas de inocentes constituyen un tema de fricción entre el Gobierno afgano y la ISAF, cuyas acciones indiscriminadas generan gran repulsa entre la población de este país centroasiático.
Según estadísticas divulgadas recientemente por la ONU, casi 2 800 civiles murieron en Afganistán en 2010 como resultado de los choques armados.