El Gobierno de EE.UU. reedita su doble moral en el juicio contra el terrorista Luis Posada Carriles, a quien solo acusa de mentir y no de terrorista, afirmó Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano.
Durante la Mesa Redonda de la televisión cubana, Alarcón resaltó la prolongada injusticia que el Gobierno estadounidense comete contra cinco cubanos antiterroristas prisioneros en ese país desde hace 12 años, arrestados en 1998 por captar información de acciones terroristas fraguadas contra Cuba desde esa nación, informó la AIN.
Al recordar que Caroline Heck-Miller, fiscal que procesó a los Cinco en Miami, se negó a presentar cargos por terrorismo contra Posada Carriles, Alarcón dijo que habría que ver si eso trasciende a los medios de prensa, porque ninguno de los periodistas que estaban en El Paso, excepto el abogado José Pertierra, se tomaron el trabajo de mencionarlo.
Alarcón dijo que los medios estadounidenses saben que de eso no pueden hablar, y hay que insistir para que trascienda. Desde el punto de vista legal, es una confirmación absoluta de la actitud dolosa y la prevaricación de la fiscalía en el caso de los Cinco.
Recordó que la funcionaria del Departamento de Seguridad de la Patria en EE.UU., bajo juramento, dijo que ella le había pedido a Caroline que encausara a Posada Carriles por sus actividades criminales, y esta se negó.
Explicó que eso sucedió en agosto de 2005, cuando la Corte de Apelaciones de Atlanta, unánimemente —los tres jueces actuantes—, decidieron anular el juicio contra los Cinco, y lo describieron como una tormenta perfecta de hostilidad hacia los acusados.
Lo genial, apuntó Alarcón, es que la declaración de esa funcionaria se anunció el martes 18 de enero y ese mismo día la señora Miller solicitó más tiempo para su respuesta a la solicitud de habeas corpus a favor de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años.
Explicó que los instrumentos norteamericanos, el Departamento de Seguridad de la Patria, dicen: contra este (Posada Carriles) no actuamos. Y no es casualidad, afirmó Alarcón.