Naciones Unidas ratificó los principios que rigen su actividad y la de sus funcionarios al manifestar su negativa a comentar los documentos secretos de Estados Unidos difundidos por Wikileaks, reporta PL.
La ONU no está en condiciones de comentar sobre la autenticidad de esos documentos relacionados con la alegada búsqueda de información vinculada a las actividades de los funcionarios de la organización mundial, expresa un comunicado oficial.
La nota emitida anoche por la oficina del vocero oficial señala que por su propia naturaleza la ONU es una organización transparente que otorga gran importancia a la información sobre sus actividades, la cual está a disposición de los Estados miembros.
Agrega que sus funcionarios se reúnen de manera regular con representantes de esos países para informarles sobre las acciones del organismo.
Asimismo, recuerda la Carta de la ONU y otros instrumentos que contienen las previsiones relacionadas con los privilegios e inmunidades de la organización.
Miles de documentos del gobierno de Estados Unidos divulgados por el sitio Wikileaks pusieron al descubierto la labor de espionaje ordenada por Washington a sus funcionarios en la ONU y otros países en contra de dirigentes y diplomáticos acreditados en Naciones Unidas.
La lista de objetivos de ese trabajo incluye al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a representantes de varios Estados, como China, Rusia, Francia y Reino Unido, que junto a Estados Unidos son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
La información reclamada incluye números de tarjetas de crédito y de viajero frecuente, horarios de trabajo y otros detalles personales de los diplomáticos, así sobre el sistema de comunicaciones de los dirigentes de la ONU, con sus contraseñas y claves de encriptación.
En el caso específico de Ban Ki-moon, la orden de las autoridades norteamericanas recababa datos relacionados con el estilo de dirección y toma de decisiones del secretario general, así como su influencia en el aparato de la organización.