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El presidente Chávez afirmó que la extrema derecha continúa conspirando contra Venezuela, y catalogó la reunión realizada en Estados Unidos y en la que participó el dueño del canal Globovisión, Guillermo Zuloaga, como una cumbre de golpistas. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
La Asamblea Nacional venezolana acoge este martes un acto en rechazo al reciente foro en la capital de Estados Unidos, desde el cual se lanzaron nuevos ataques contra la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), reporta PL.
El Hemiciclo recibe a los diferentes poderes del Estado para fijar postura sobre el encuentro realizado en el Capitolio de Washington, donde la ultraderecha internacional acompañada de congresistas estadounidenses realizó el foro Peligro en los Andes: amenazas a la democracia, los derechos humanos y la seguridad interamericana.
La víspera el presidente Hugo Chávez anunció el acto para denunciar lo que calificó de cumbre de fascistas y terroristas.
Durante su intervención en el Palacio de Miraflores, el mandatario consideró el encuentro en el Congreso norteamericano como un espacio para lanzar campañas y ataques contra el ALBA, y en especial contra Venezuela.
«Cumbre de fascistas y terroristas, nada menos que en Washington, en la sede del Parlamento, el Capitolio Federal donde lanzaron abiertamente las nuevas amenazas para desestabilizar la paz y la gobernabilidad», expuso.
De acuerdo con Chávez, esa reunión crea un peligroso precedente, que debe analizarse.
Imagínese alguien que aquí se reunieran terroristas con diputados venezolanos y promovieran una agresión como la que desde Washington nos lanzaron contra Evo Morales, Rafael Correa y a mí, llamándonos forajidos, apuntó.
Para el líder socialista, en el Capitolio prácticamente se convocó a derrocar la Revolución Bolivariana.
El foro en Washington acogió a políticos y empresarios latinoamericanos, algunos prófugos de la justicia como el venezolano Guillermo Zuloaga.
También a los congresistas Connie Mack e Ileana Ros-Lehtinen, de clara postura contra los países del ALBA, sobre todo Cuba y Venezuela.
La lista de participantes incluyó además al ex subsecretario de Estado para América Latina Roger Noriega, quien sirvió bajo la administración de George W. Bush.
