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WASHINGTON, diciembre, 22-. Con el Premio Nobel de la Paz en las manos y mientras la Casa Blanca negaba la participación, el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó bombardear Yemen con misiles cruceros.
La información fue difundida por, sitio digital que confirma la muerte de unas 120 personas, muchas de ellas civiles.
Justo un día después que funcionarios de Obama negaran que fuerzas del Pentágono estuvieran involucradas en acciones en el norte de Yemen, el mandatario demócrata mandó a lanzar los cohetes, comentó Examiner.
También Al-Jazeera y otros medios regionales árabes indicaron que los ataques se efectuaron la semana pasada, duraron tres días, e impactaron en perímetros cercanos a la frontera con Arabia Saudita.
En víspera de los bombardeos, el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, aseguró en conferencia con reporteros que Washington «no tenía ningún rol militar en ese conflicto».
Al día siguiente, portavoces de la administración Obama citados por la cadena ABC reconocieron que misiles lanzados por orden de la Oficina Oval golpearon supuestos campamentos de Al Qaeda, cerca de Sanaa.
Según el diario The New York Times, Estados Unidos solo proporcionó «apoyo logístico» a operaciones que el gobierno yemení realizó para identificar escondites de la red extremista.
Las mayores redadas se produjeron en la provincia de Abyan, en el sur, y en la administración de Arhab, al norte de la capital, Sanaa.
