El presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya, pidió este viernes la intervención de la Cruz Roja Internacional tras el lanzamiento de gases lacrimógenos a la embajada de Brasil en Tegucigalpa Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:51 pm
TEGUCIGALPA, septiembre 25.— Nunca vamos a cerrar el diálogo y la búsqueda de soluciones, aseguró el presidente Manuel Zelaya luego de un ataque con gases tóxicos a la embajada de Brasil que valoró, precisamente, como una muestra de que a los golpistas no les interesa dialogar.
La agresión fue repudiada de inmediato por el Consejo de Seguridad de la ONU, que reclamó el cese del asedio a la legación brasileña y llamó a proseguir los esfuerzos internacionales para solucionar la crisis en Honduras.
A pesar de las altas dosis de elementos de alta toxicidad en el ambiente tales como amoniaco y ácido cianhídrico, el régimen de Micheletti impidió que llegara asistencia médica hasta algunas horas después, en que se permitió el paso a médicos extranjeros de la Cruz Roja Internacional porque, según dijo Telesur, el usurpador no confiaba en los galenos hondureños.
En un comunicado, el Frente Nacional de Resistencia denunció que se emplearon «aparatos de alta tecnología» que emiten ondas ultrasónicas y químicos neurotóxicos que podrían contener elementos radioactivos, como Cesio 132.
El ataque ocasionó sangramientos, mareos, dolor de garganta, malestares estomacales y debilitamiento en los músculos a muchas de las personas que están en la sede, y pareció otra respuesta hostil al diálogo anunciado la víspera por el propio Zelaya, quien recibió a líderes religiosos y, después, a cuatro de los seis aspirantes presidenciales inscritos para los comicios: Porfirio Lobo, del Partido Nacional; Elvin Santos, de un sector del Liberal; Felícito Ávila, del Demócrata Cristiano, y Bernard Martínez, de Innovación y Unidad, todos ligados o cercanos al régimen de facto. La cita fue calificada de cordial y se afirma que estuvo seguida de un encuentro de los aspirantes con Micheletti.
Un enviado del usurpador también estuvo entre las personas que visitaron a Zelaya el jueves, pero aquel llevó una propuesta inaceptable —según la calificó el mandatario— para dejar la presidencia a alguien que no fuera ninguno de ellos dos.
La OEA, por otra parte, también recibió durezas de los golpistas, que impidieron el viaje de una nueva misión, según dio a conocer el propio Oscar Arias, presidente de Costa Rica y decretado mediador en Honduras, quien afirmó que el titulado canciller del régimen de facto se comunicó por teléfono con un asesor de la OEA para decirles que no los dejarían entrar.
El pueblo, en tanto, continuó en pie en las calles. Miles de hondureños marcharon este viernes por las calles de Tegucigalpa y, al pasar frente a la embajada de Brasil, gritaron consignas exhortando a Zelaya resistir el asedio del régimen de facto, comprobaron periodistas de la AFP.
En su declaración luego de consultas entre los 15 estados miembros, el Consejo de Seguridad de la ONU instó también a todas las partes a mantener la calma y evitar una escalada de la situación, convocó a acelerar las gestiones diplomáticas en marcha a nivel regional, entre ellas la acción mediadora encargada a Arias.