Sidney amaneció alegre, decía Claudia Palacios, una de las presentadoras estelares de la CNN en español, por el nacimiento de un pequeño bebé elefante en cautiverio, en el zoológico de esta ciudad australiana.
A la periodista y a sus directivos parece que se le olvidó que la noticia en ese momento de la tarde para el mundo hispano era el anunciado regreso del presidente constitucional José Manuel Zelaya a su país.
En cambio, una y otra vez pasaban el anuncio comercial del Chíc Shaper, un ajustador que promete soluciones mágicas para las mujeres, justo cuando el pueblo hondureño rompía la resistencia militar y se acercaba al Aeropuerto Internacional de Toncontín.
Y para colmo, cuando se acordaron del tema Zelaya, la cadena televisiva, experta en tergiversar la realidad, se refirió al mandatario constitucional de Honduras como el «depuesto presidente», reconociendo así, de facto, al golpista Micheletti.
Quizá por esa tergiversación de la realidad, fue que la CNN se olvidó de que emite para el mundo español y entrevistó nada menos que al golpista Micheletti, quien intentó ante las cámaras justificar el artero robo de la presidencia y negar la evidente represión al pueblo hondureño.
La manipulación sin excusa quedaba al descubierto cuando una periodista del canal Telesur llamaba a la propia sede de la CNN para preguntarles por qué justificaban el golpe.
Uno de los directivos de la cadena norteamericana, al no tener respuesta, prefirió colgar el telefóno... y seguir pasando propaganda de sostenes.