GINEBRA, marzo 13.— Suiza, uno de los países señalados como posibles paraísos fiscales por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), anunció el viernes que flexibilizará, aunque con condiciones, su cooperación internacional en materia fiscal para casos de presunto fraude o evasión fiscal, una medida que reproducen Austria, Andorra y Liechtenstein.
Según el diario español La Vanguardia, el objetivo declarado de esta medida decidida por el Consejo Federal (gobierno colegiado) es evitar que el país helvético entre en la «lista negra» de paraísos fiscales de la OCDE que será llevada a la cumbre del G-20 en Londres, el 2 de abril.
El ministro de Finanzas y presidente de turno, Hans-Rudolf Merz, aseguró que se simplificarán los procesos de intercambio de información con otros países en caso de sospechas «demostradas y concretas» de evasión fiscal.
La privacidad de los clientes debe seguir siendo protegida contra la consulta «injustificada» de informaciones relacionadas con su situación patrimonial, sin que ello signifique que el secreto bancario «proteja a los autores de delitos fiscales», agregó el Ejecutivo.
Por su parte, Austria, que cuenta con uno de los secretos bancarios más restrictivos, ha accedido a abrir las cuentas bancarias de ciudadanos extranjeros en caso de sospechas de autoridades fiscales de otros países.
Andorra y Liechtenstein —considerados paraísos fiscales— anunciaron que levantan parcialmente su secreto bancario. Sin embargo, la Asociación de Bancos Andorranos anunció que mantendrá la confidencialidad de sus clientes, salvo en casos «excepcionales» delimitados por la ley.
Los países europeos con secretos bancarios como Suiza, Austria, Luxemburgo, Bélgica, pero también Liechtenstein, Andorra y Mónaco, se encuentran sometidos a una fuerte presión internacional bajo la acusación de fomentar el fraude fiscal y el lavado de dinero.
Este viernes, la agencia británica de cooperación Oxfam dijo que los países subdesarrollados pierden en recaudación de impuestos una cantidad superior a los miles de millones de dólares que reciben en ayuda extranjera, porque sus propios ciudadanos depositan dinero en paraísos fiscales.
Dichas naciones pierden alrededor de 124 000 millones de dólares en impuestos al año, más de los 103 000 millones de dólares que supone la ayuda extranjera, según un estudio citado por Reuters.
«La reforma de los paraísos fiscales sería una victoria fácil para nuestros líderes, que beneficiará a la gente común en su casa y del mismo modo en el extranjero», dijo Kristy Hughes, líder de política de Oxfam, que destacó que 16 000 millones de dólares asegurarían una plaza escolar a cada niño.