El doctor palestino Khalil Ismail. Es la tarde del sábado. El gobierno israelí ha decidido declarar un «alto el fuego unilateral»*. Hasta el momento, me ha sido imposible contactar telefónicamente al médico palestino Khalil Ismail, quien regresó desde Cuba a Gaza hace dos años y ha vivido estos días de crueles bombardeos. Vuelvo a intentarlo. Timbre... ¡Y lo logro! Los saludos son muy breves...
—¿Dónde estás ahora, Khalil?
—En la casa, pero por el día estoy en un hospital en el centro de la ciudad de Gaza. Estábamos en el hospital de la Media Luna Roja palestina que fue bombardeado hace tres días. Nos rodearon tanques israelíes y nos impidieron salir, desde la 1:00 a.m. hasta casi las 12:00 a.m. del otro día, cuando fuimos evacuados a través de la Cruz Roja Internacional.
—¿Con qué suministros cuentan?
—Con lo que ha podido entrar por la frontera, lo poco que ha llegado de ayudas internacionales. En el hospital donde estábamos, fueron destruidos casi todos los medicamentos. El fuego acabó con el edificio de Emergencias, y tres pisos estaban llenos de medicinas.
—¿Tienen electricidad en este momento?
—Sí, sí, gracias a los generadores que tiene el hospital, y a que más o menos está llegándoles la luz a algunas partes de Gaza, pues están arreglando la red eléctrica, que fue destruida.
«La situación está un poquito mejor ahora que ayer o antier, pues se han detenido los bombardeos después de que Israel dijo que va a parar la guerra y proclamar un cese el fuego».
—¿A quiénes has atendido principalmente, a militantes de HAMAS o a civiles?
—A todo el que llega al hospital. La mayoría de los heridos son civiles, más del 90 por ciento. Hay más de 400 niños (muertos), más de cien mujeres, más de cien ancianos. De los heridos, por encima de los 5 000, más de la mitad son niños y mujeres.
«Esto ha sido espantoso. Familias enteras muertas. Lo que se ha visto en el hospital es mucho. Familias destrozadas, porque los bombardeos echan abajo casas enteras con sus habitantes adentro, y lo que nos llega son destrozos de seres humanos. Heridas muy graves, terribles. Muchos mutilados de las piernas.
«(Los israelíes) Han utilizado todo tipo de armas, incluidas las no convencionales, como bombas de fósforo blanco, que cae sobre una casa y la quema completa. Son cohetes que llevan varias bombas adentro. Si los has visto por TV, son como fuegos artificiales, muy bonitos, pero acaban cuando caen.
Hoy por la mañana fue atacada otra escuela. Murieron una mujer, su hijo y otro niño, y quedaron más de 15 heridos. Las bombas caen dondequiera. Incluso en orfanatos. Uno fue atacado en Rafah y otro aquí en Gaza.
—¿Qué perspectivas ve la gente después de estos salvajes bombardeos?
—Las personas están desesperadas por que cese el fuego, pues han sufrido demasiado. Han caído miles de toneladas de bombas sobre sus cabezas, y no tienen medios (de subsistencia). Recuerda que, de un millón y medio de habitantes en Gaza, más de la mitad dependen de la ayuda internacional de la ONU, por ser refugiados. Aparte, como no hay trabajo —pues Israel ha impuesto un bloqueo—, ha llegado a más de un millón el número de palestinos que viven de la ayuda. Y esta, que a veces no llega, no da abasto. Además, como te dije, hace tres días fue bombardeado un almacén de la ONU, y esos recursos quedaron totalmente destrozados.
—Este domingo los cubanos podrán leer nuestra conversación. ¿Qué les dirías?
—Lo que pedimos es que, como siempre, el pueblo cubano mantenga la solidaridad con nuestra causa. Y que todo el mundo presione a Israel para que cese el fuego y la gente pueda vivir en paz. El pueblo palestino, los niños palestinos también necesitan la paz, y han sufrido en carne propia esta masacre, esta guerra que tiene ya muchos años. Debe llegar el momento en que esos niños puedan vivir en paz.
*Israel anunció que el alto el fuego comenzaría a las 00:00 horas del domingo, pero que sus tropas permanecerán en Gaza. El Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) advirtió: «No aceptaremos la presencia de un solo soldado».