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El Ministerio del Poder Popular para la Participación y Protección Social y el Instituto de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, de la hermana República Bolivariana de Venezuela, se sumaron a la campaña nacional de solidaridad con la Isla
CARACAS, Venezuela.— El miércoles 17 de septiembre pasará a la historia como otra hermosa jornada de solidaridad del hermano pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, sus instituciones y el propio Presidente de la nación, Comandante Hugo Chávez Frías, para con Cuba que se levanta, tras el paso devastador de dos huracanes de gran intensidad, por casi toda la Isla.
Hasta la sede de la Embajada de nuestro país en Caracas, llegaron niños y niñas del Centro Comunal de Protección Integral Las Clavellinas y del Semillero de la Patria San Agustín para, en nombre de todos los de su edad y de aquellos que no han dejado de ser niños, entregar un donativo especial a sus iguales en Cuba, en particular a «los que lo perdieron todo por el azote de dos ciclones», nos dice Hayvers Fonseca desde la altura de sus seis años y medio.
El Ministerio del Poder Popular para la Participación y Protección Social y, una de sus más importantes dependencias, el Instituto de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, entregaron a nuestros diplomáticos, de manera simbólica, «un pedazo de nuestros corazones, con todo el amor y la ternura que caracteriza a nuestro pueblo y, en especial, a nuestros niños».
El Instituto de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes donó 20 000 bolívares fuertes, que es el equivalente a dos días de salario de sus trabajadores, «quienes accedieron generosamente a entregar este monto, como un acto consciente de solidaridad para con Cuba», expresó a la prensa cubana acreditada en Caracas Lítbell Díaz Aché, su presidenta.
Además, envían a la Isla 1 000 kilogramos de leche en polvo, 2 000 unidades de atún, 8 000 pañales Pampers Fresconfort, 10 000 unidades de Colado Gerber (compotas), 1 000 botellas de agua mineral, así como artículos de higiene personal, enseres, entre otros productos.
El Ministerio entregará casi 60 000 bolívares fuertes, el equivalente a un día de salario de sus trabajadores, 7 000 colchones, dos toneladas de leche en polvo, alimentos no perecederos y otros artículos.
Más allá de esta entrega, abundó Díaz Aché, nosotros hemos venido hasta aquí para retribuirle a Cuba la solidaridad que nos ha mostrado, con total desprendimiento, en su entrega amorosa a la causa de la Revolución Bolivariana.
«¿Con qué podríamos pagarle las miles de vida que se han salvado gracias a la Misión Barrio Adentro, los letrados que ahora tenemos gracias a la Misión Robinson, los bachilleres con que contamos gracias a la Misión Ribas, o los estudiantes universitarios y profesionales que han surgido gracias a la Misión Sucre? Solo con la solidaridad recíproca, ahora que la necesita, y como la solidaridad es la ternura de los pueblos, qué mayor prueba de esa ternura podemos darle que no sea el amor y el compromiso de los niños y los adolescentes venezolanos».
Este donativo proviene de nuestros trabajadores, abundó, pero se lo hacemos llegar a través de estos niños porque ellos son la razón de ser de nuestro trabajo cotidiano.
«Tenemos planteado replicar actividades como estas en los 24 estados del país, donde tenemos presencia a través de nuestras direcciones regionales», adelantó la Presidenta del Instituto de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Ante tanta generosidad, Amarilys Hernández, consejera cultural de la Embajada de Cuba en Venezuela, confesó que corría el riesgo de que se le hiciera un nudo en la garganta. «Pero sepan —dijo— que tomamos esta solidaridad para apoyarnos en ella y crecernos en la reconstrucción de nuestro país, con el mismo amor con que ustedes, niños y adolescentes, nos han regalado este gesto de desprendimiento. Nuestra gratitud al hermano pueblo venezolano por acompañarnos en nuestro empeño de salir adelante».
Minutos antes de que concluyera lo que resultó una fiesta de la solidaridad, adornada con adivinanzas, cantos, magia, poesía y baile, supimos que el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad donaba a la Isla 7 000 bolívares fuertes, «porque también nosotros llevamos a Cuba dentro», señaló su representante.
El Instituto de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes desarrolla la política de protección integral del Estado venezolano, orientado hacia toda la población infanto-juvenil de la nación. Fue creado por el Gobierno Bolivariano el 10 de diciembre de 2007.
