TEL AVIV, julio 3.— El primer ministro israelí Ehud Olmert amenazó el jueves con endurecer las medidas contra los palestinos residentes en Jerusalén que cometen atentados, tras el ataque efectuado el miércoles por un palestino que conducía una excavadora.
«Si hay que destruir casas, destruiremos casas; si hay que suprimir las ayudas sociales, suprimiremos las ayudas sociales», insistió.
«No es como los atentados perpetrados por palestinos que atraviesan el muro de seguridad (...) No pensábamos tener que preocuparnos de la población que está de nuestro lado del muro», dijo.
Unos 250 000 palestinos viven en Jerusalén oriental, ilegalmente ocupada en 1967 y anexada por Israel en 1980.
«Tras un pedido del gobierno, el fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, examina los problemas legales que plantearía la destrucción de viviendas en Jerusalén», indicó un portavoz del ministerio israelí de Justicia. Las recomendaciones serán presentadas al gobierno.
En 2005, una comisión investigadora militar israelí había llegado a la conclusión de que en lugar de ser disuasiva, la práctica de demoler viviendas conducía a los palestinos a cometer atentados.