Una mujer afgana, ataviada con la tradicional burka, pasa frente a soldados franceses de la OTAN en Kabul. Foto: Reuters BUCAREST.— El mandatario estadounidense, George W. Bush, llegó el martes a Bucarest con un fuerte apoyo a las candidaturas de Ucrania y Georgia para ingresar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la cumbre que se abre hoy en la capital rumana, uno de los principales temas que divide a los 26 aliados.
La ampliación de la OTAN a los Balcanes, la guerra contra los talibanes en Afganistán y un encuentro con el presidente ruso saliente Vladimir Putin son los otros grandes ejes de esta cumbre bianual que se extenderá hasta el viernes próximo, reportó AFP.
«Apoyamos el MAP (Plan de acción con vistas a la adhesión) para Ucrania y Georgia», dijo Bush durante una corta visita a Kiev, donde se entrevistó con su homólogo ucraniano Victor Yushchenko, y recibió muestras de rechazo popular.
Bush negó lo que llamó «derecho de veto» de Moscú, que rechaza el ingreso en la OTAN de esos dos países que formaban parte de la ex Unión Soviética, pero que de unirse al pacto militarista, estrecharían el cerco sobre Rusia, país que en la pasada década recibió «garantías» de que la OTAN no se acercaría a sus fronteras.
Según la AFP, no es solo Rusia la que se opone a la profundización del acercamiento de su enemigo durante la Guerra Fría. Francia y Alemania, entre otros, también tienen serios reparos y no aceptan esas candidaturas.
Mientras en el caso de Ucrania, se pone en duda el verdadero apoyo de los ciudadanos ucranianos a la adhesión, Georgia confronta graves problemas de separatismo en Abjasia y Osetia del Sur.
Desde París, el primer ministro francés, François Fillon, manifestó claramente la desaprobación en nombre del «equilibrio de fuerzas en Europa, y entre Europa y Rusia».
No obstante, existe consenso para invitar formalmente a adherirse a Albania y Croacia, que se sumarían a la alianza en un año, y elevarían a 28 los miembros.
Además de esta delicada cuestión de la ampliación, la OTAN buscará en Bucarest poner fin a sus divisiones sobre la necesidad de refuerzos militares para su complicada misión en Afganistán, y lograr apoyo internacional para los próximos años de guerra contra los talibanes.
En el discurso que tiene preparado para la apertura de la cumbre, Bush afirmará que la «principal prioridad» de la OTAN debe ser la «derrota del terrorismo», y advertirá sobre el riesgo de dar marcha atrás en Afganistán.
Según EFE, Francia y al menos otros diez países tienen previsto anunciar en Bucarest el envío de más soldados a la misión en Afganistán, que atraviesa un momento crítico por el descontento de los socios que han perdido más soldados en la operación y por el aumento de los ataques talibanes.
Se especula que Francia enviará mil soldados para cubrir, directa o indirectamente, a Canadá, que con 80 bajas desde 2002 ha amenazado con retirar sus tropas si no recibe ayuda en el sur, la zona más conflictiva.
Alemania, Portugal, Bélgica, República Checa, Hungría, Polonia, Albania, Eslovaquia y Singapur prevén anunciar contribuciones más modestas.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), formada por los miembros de la OTAN, cuenta con unos 47 000 soldados de casi 40 países, 27 000 de ellos estadounidenses. Según los cálculos estratégicos de la OTAN, se necesitarían aún otros 7 000 efectivos, además de medios logísticos y de inteligencia.