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Madrid, marzo 14.— El gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) confirmó este viernes la posibilidad de una reforma del Estatuto de Autonomía del País Vasco (norte de España), que permitiría evitar un plan soberanista del jefe del gobierno regional vasco, Juan José Ibarretxe.
«Se continúan las reformas de estatutos (de autonomía de las regiones)» iniciado en la anterior legislatura, afirmó la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega al diario español El País, por lo que «es posible que haya una reforma del Estatuto (vasco) de Gernika» en los próximos cuatro años.
De La Vega subrayó en una rueda de prensa que toda reforma de los estatutos regionales debe hacerse por «consenso» y dentro del «respeto a la Constitución», mientras que Ibarretxe, del Partido Nacionalista Vasco (PNV) propone celebrar un referéndum de autodeterminación en esa región en octubre próximo, una idea que es fuente de tensión con Madrid.
El País había afirmado el viernes que el gobierno español iba a proponer una reforma del Estatuto del País Vasco para ampliar su ya elevado grado de autonomía, a condición de que Ibarretxe «renuncie» a su proyecto.
Un acuerdo de las partes sobre este punto abriría también la puerta a una posible alianza parlamentaria entre el PSOE y el PNV.
El PSOE, formación del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, obtuvo una mayoría relativa de 169 diputados, sobre un total de 350, en las legislativas del domingo, y va a tener que apoyarse en partidos minoritarios para aprobar sus leyes. El PNV (con seis escaños) y los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (diez escaños) son presentados como potenciales aliados.
El retroceso electoral del PNV ha sido interpretado como una advertencia a Ibarretxe, quien, no obstante, sigue insistiendo en que reunirá al Parlamento Vasco en junio para aprobar la convocatoria de su consulta popular, y en caso de rechazo, convocará elecciones regionales anticipadas.
Según El País, Zapatero convocará en abril a los presidentes de las regiones españolas, entre ellos al jefe del Ejecutivo vasco, y le propondrá a este último una reforma del Estatuto de Autonomía local, siguiendo el modelo del aprobado para otras seis regiones en la legislatura pasada, especialmente el de Cataluña (noreste).
Precisamente la reforma del Estatuto catalán había sido el motivo de un serio desencuentro entre el PSOE y el derechista Partido Popular (PP), principal de la oposición, que acusó al Ejecutivo socialista de «romper» a España.
