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LONDRES, agosto 7.— Gran Bretaña solicitó el martes a Estados Unidos que libere a cinco residentes británicos detenidos en la ilegal base naval de Guantánamo, en lo que expertos desean ver una señal de que el nuevo primer ministro, Gordon Brown, pudiera tomar una postura algo más independiente de Washington, comparada con los estrechos vínculos del ex premier Tony Blair con la Casa Blanca.
El ministro de Relaciones Exteriores, David Miliband, envió una solicitud formal a la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, para obtener la liberación de los cinco hombres, quienes eran residentes legales en Gran Bretaña antes de su detención, pero no ciudadanos, indicó el gobierno, citado por Reuters.
La decisión marca un cambio respecto a la política del ex primer ministro Tony Blair, quien obtuvo la liberación de nueve ciudadanos británicos cautivos en el campo de detención estadounidense, pero señaló que no era «responsable» por los reos de otras nacionalidades que vivían en Gran Bretaña.
El año pasado, el gobierno de Blair ganó una demanda presentada en su contra por los familiares de varios residentes británicos, quienes buscaban obligar a Londres a presionar por la liberación de sus seres queridos.
Los prisioneros ahora solicitados por el gabinete británico son el saudí Shaker Aamer, el jordano Jamil el-Banna, el libio Omar Deghayes, Binyam Mohamed, de Etiopía, y Abdennour Sameur, de Argelia.
Según AFP, un portavoz del Departamento de Estado dijo que la solicitud será analizada de acuerdo con la política estadounidense de asegurar que los presos repatriados «sean tratados humanamente al llegar a su destino» y «no representen una amenaza para nosotros o para otros».
La administración del presidente George W. Bush ha sido objeto de fuertes críticas internacionales por la detención indefinida en Guantánamo de sospechosos de terrorismo, a los que se les ha sometido a tortura y se les ha negado incluso el derecho a que se les celebre un juicio.
