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Bagdad, 26 febrero._ Un atentado con explosivos en el Ministerio de Obras Públicas estremeció hoy esta capital y dejó una cifra de muertos todavía sin precisar, después del sangriento domingo en que perecieron decenas de personas, reporta PL.
La explosión contra el edificio gubernamental, donde se encontraba reunido el vicepresidente iraquí Adel Abdel Mahdi, además de otros funcionarios municipales y de Obras Públicas fue atribuida a un coche bomba, informó una fuente de seguridad.
Los primeros reportes preliminares son contradictorios pues algunas fuentes cifran en 10 los muertos y en 18 los heridos, mientras otras dicen que son dos y cinco, respectivamente.
Una fuente anónima declaró que el vicepresidente salió ileso del atentado, en tanto la televisión local afirmó que estuvo dirigido a segar la vida del alto funcionario estatal.
En el suroeste de Bagdad, en Rustomiya, al menos dos personas perdieron la vida y una sufrió heridas cuando un artefacto dinamitero reventó al paso de una patrullar policial.
Tres miembros de ese cuerpo armado perecieron y otros dos resultaron lesionados al explotar una bomba en Madaen, sur de aquí, mientras Nidal, centro, dos iraquíes murieron y dos fueron heridas.
Estos acontecimientos tienen lugar apenas 24 horas después de que una suicida hiciera estallar la carga de dinamita adosada a su cuerpo en la Facultad de Economía y Gestión de la universidad de Mustansariya, donde perdieron la vida 45 iraquíes.
La mayor parte de las víctimas fueron estudiantes, entre ellos más de una treintena que sufrieron heridas de diversas magnitudes, dijo la policía.
Hasta el momento las autoridades imputaban ese atentado a un comando, pero fuentes de seguridad desmintieron hoy esa aseveración.
También este domingo el barrio Abu Dachir fue atacado a morterazos y al menos 10 personas murieron y similar cifra resultó herida, en tanto en el centro metropolitano un coche bomba explotó con saldo de una víctima mortal y cuatro heridos.
Los últimos acontecimientos desmienten el publicitado optimismo con que el gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y el comando central norteamericano hablan sobre la Operación Imposición de la Ley, que entró en vigor el pasado 14 de febrero.
La medida incluye el despliegue de 110 mil efectivos de Estados Unidos y locales en esta capital, con la aplicación de toques de queda, allanamientos y redadas.
Entretanto, fuentes del gobierno señalaron que el estado de salud del presidente iraquí, Jalal Talabani, es estable, luego de que ingresara este lunes en un hospital especializado en cardiología.
El mandatario fue remitido después de presentar síntomas de agotamiento extremos debido al trabajo excesivo, según un comunicado gubernamental.
De otro lado, fuentes castrenses estadounidenses comentaron que decomisaron el sábado cerca de la ciudad de Bakuba armas y municiones que se presumen sean de origen iraní.
