SANTIAGO DE CHILE, octubre 14.— La lealtad, la perseverancia y el coraje de Beatriz Allende fueron exaltados durante un emotivo acto que contó con la presencia de ex ministros y funcionarios del Gobierno de la Unidad Nacional que presidiera su padre, Salvador Allende, dirigentes estudiantiles y sindicales y el embajador cubano aquí, Giraldo Mazola.
Convocado por el Comité del Centenario del Presidente Allende, la Fundación que lleva su nombre y familiares y amigos, el homenaje constituyó el primero en Chile dedicado a recordar la trayectoria de la joven, pediatra de profesión, amiga de Cuba, y una de las colaboradoras más cercanas al presidente Allende.
«Beatriz brilló con luz propia», destacaron los oradores, quienes recordaron su paso por las escuelas de Medicina de la Universidad de Concepción y de la Universidad de Chile, su rol decisivo en la organización de los grupos de trabajo del gobierno de la Unidad Popular y su coraje, puesto a prueba el 11 de septiembre de 1973 cuando, con siete meses de embarazo, llegó a La Moneda exigiendo un lugar en la resistencia armada contra el golpe militar.
También evocaron su amistad con Fidel y con Cuba, adonde viajó por primera vez en 1961; su admiración al Che y el apoyo sin estridencias y desde el anonimato que brindó al movimiento guerrillero encabezado por el Guerrillero Heroico en Bolivia.
Su hija Maya y su esposo Luis Fernando Oña, quien encabezó la avanzada diplomática enviada a Chile por la Revolución Cubana a los pocos días de asumir Salvador Allende la presidencia, también usaron de la palabra. «Beatriz demostró coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, cualidad muy escasa entre los políticos actuales», señaló el mensaje enviado al acto por su madre, Hortensia Bussi de Allende.
«Abocados a la preparación del centenario del presidente Allende, que tendrá lugar el 26 de junio de 2008, declaramos formalmente que Beatriz Allende entra por la puerta ancha de la Historia y se inscribe entre las grandes patriotas que constituyen la identidad y el orgullo del pueblo chileno», afirmó en la clausura el actor Aníbal Reyna.