El Comité Internacional por la Libertad de los Cinco surge en mayo de 2002, recuerda Graciela Ramírez, su coordinadora. Foto: Roberto Suárez «Con el pronunciamiento del Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, de alguna manera, tenemos que agradecerle al gobierno de Estados Unidos y a los grupos terroristas de Miami el habernos puesto de pie en el mundo entero, y ahora sí no cerraremos los ojos ni para dormir».
Lo anterior lo afirma Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco, y agrega: «Todos los comités de solidaridad y amigos tenemos un objetivo central que es el de la libertad inmediata de los Cinco.
«En lugar de desmoralizarnos, de deprimirnos, lo que han hecho con el injusto fallo es potenciar nuestra indignación y la imperiosa necesidad de liberarlos», asegura Graciela en nombre de los 276 comités de solidaridad que hoy existen en 94 países.
TODAS LAS VOCES TODAS«Estamos convocando —anuncia Graciela— a todos los amigos del mundo a que vayan a visitar a los cinco para comprobar cómo están, qué está sucediendo con ellos, cómo ven esta situación, y después los exhortamos a publicar esas entrevistas en todas partes.
«Varios grupos de abogados están planteando ir a verlos, entre ellos de Europa y América Latina. Queremos estar al lado de los Cinco. Porque si continúan en prisión, nosotros también estamos en prisión».
En muchos países tendrán lugar un sinnúmero de actividades de solidaridad. «En todos los sitios donde anide la solidaridad se realizarán conversatorios, proyección de documentales, recogida de firmas de niños para enviar a la Directora Ejecutiva del UNICEF, para que Ivette puede visitar a su papá René, acompañada de su mamá Olga Salanueva. Y se presentarán mociones para lograr pronunciamientos de los ayuntamientos y grupos parlamentarios de denuncia y solidaridad con los Cinco».
CON EL PUEBLO NORTEAMERICANO«Hasta ahora, explica Graciela, todos nuestros reclamos de justicia y libertad se han dirigido al Fiscal General de Estados Unidos. Te confieso que experimentamos un cierto cansancio porque lo único que ha dicho hasta ahora es “gracias por haberse comunicado con el Departamento de Justicia”, y ni una sola línea más. Por eso creemos que este es el momento para empezar a dirigirnos directamente al pueblo norteamericano, a los representantes del Congreso de Estados Unidos».
«Todo lo que estamos haciendo en el mundo repercute en la opinión del pueblo norteamericano. En diversos países se realizarán marchas, plantones y entregas de documentos a las embajadas de Estados Unidos demandando la inmediata libertad de los Cinco. Y dentro de los propios Estados Unidos están programadas varias acciones importantes.
«Todo lo que hagamos de ahora en adelante tendrá aparejado la denuncia de los sucios manejos de la justicia norteamericana, del doble rasero del gobierno de EE.UU. en su supuesta lucha contra el terrorismo y de todas las organizaciones criminales asentadas en Miami. Que vayan tras las rejas todos los criminales, es una batalla paralela a la de la libertad de los Cinco».
HASTA QUE NO ESTÉN DE VUELTAAl ser interrogada sobre los cinco momentos más importantes de la solidaridad internacional con los Cinco en estos cuatro años del Comité, Graciela respondió con una pregunta: «¿Cinco nada más?» De inmediato expresó con absoluta certeza: Primero, haber logrado que se postularan al Nobel de la Paz; y segundo, haber colaborado e impulsado la campaña de recolección de fondos para que apareciera el anuncio sobre el caso en el periódico The New York Times.
«También nuestra contribución para que el libro Terrorismo de Estados Unidos contra Cuba: El caso de los Cinco, de Salim Lamrani, se editara en los Estados Unidos; y haber logrado la edición del librito por Ivette que, aunque es muy modesto, se hizo para que las familias conozcan el caso y los niños se solidaricen con la situación de la pequeña hija de René.
«Otro modesto logro es la gira organizada por varias ciudades norteamericanas para presentar el libro de Salim».
—¿Cuáles son los proyectos más inmediatos más allá de esta Jornada Mundial de Solidaridad que se desarrollará hasta el 6 de octubre del 2006?
—Deseamos publicar un texto en la prensa de Estados Unidos en el contexto de la Jornada Mundial de Solidaridad. Con nuestros amigos de Europa y América Latina vamos a relanzar la candidatura al Nobel de la Paz de René, Antonio, Fernando, Gerardo y Ramón para el 2006.
«Además, estamos auspiciando la creación de un Comité de Abogados Europeos de Apoyo a los Cinco, y esperamos terminar un libro que estamos escribiendo con la periodista cubana Deysi Francis Mexidor, que será un texto sobre la necesidad de la solidaridad en torno al caso.
«A la par de estas acciones, consideramos sumamente importante lograr pronunciamientos de ayuntamientos y grupos parlamentarios, muy especialmente, llegar a los congresistas de Estados Unidos. Igual importancia le damos al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al que seguiremos solicitando su intervención en el caso.
«Queremos seguir multiplicando nuestro trabajo de difusión de siempre, para lo cual comenzamos a editar un boletín actualizando a los amigos con la situación del caso, con frecuencia mensual. Ahora se traducirá al italiano, aunque pensamos hacerlo en otros idiomas, en particular el inglés. Interesa divulgar hacia afuera la causa de los Cinco, y hacia adentro todo lo que se hace internacionalmente.
«No creas que esta es la respuesta apasionada ante la sensación de habernos sentido burlados con el maquiavélico pronunciamiento del Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta. Es la acumulación de la experiencia. Es lo que nos dice la realidad. Es la confirmación de aquella frase del Che de que “al Imperialismo ni un tantito así”».
Nos sentimos inmensamente honrados y orgullosos por la solidaridad
Carta de Gerardo Hernández al movimiento de apoyo a la causa de los Cinco, a propósito de la jornada mundial por su liberación
Queridas compañeras y compañeros:
Se cumplen ya ocho años del arresto de los Cinco. Cuando recuerdo hoy lo acontecido aquel 12 de septiembre vienen a mi mente las palabras del oficial del FBI que—en medio de sus esfuerzos por lograr que traicionáramos— dijo:
«Cuba no va a hacer nada por ustedes. Nadie va a hacer nada por ustedes».
¡Qué lejos estaban él y los suyos de imaginarse lo que ocurriría con los Cinco! (Para ser honesto, ni siquiera los Cinco lo hubiéramos podido imaginar). Cuánto me gustaría volver a verle la cara a ese oficial, y mostrarle el mensaje manuscrito que Fidel nos envió hace unos días, o hablarle de las palabras de Alarcón sobre nosotros en cuanto evento participa, o sobre las denuncias de funcionarios cubanos de todos los niveles, y de nuestros propios familiares, en los más importantes foros internacionales.
No me alcanzaría el tiempo para contarle sobre las muestras de apoyo y de cariño del pueblo cubano y de nuestros compañeros alrededor del mundo. Tal vez él sepa sobre las decenas de cartas que nos llegan todos los días, pero le hablaría de Andy Daniel, el niño cubano que nació con sus manitos deformadas, y que a sus seis años escribe y dibuja para los Cinco. O de la señora, en aquel remoto lugar de las montañas francesas, que lleva años enviando cartas sobre los Cinco todas las semanas. (De la oficina del Papa le respondieron, pero de la de Alberto Gonzales, no…). O del matrimonio de ancianos en Londres que venden las flores de su jardín para recaudar fondos para nuestra causa, como han hecho muchos otros amigos en el mundo, con similares sacrificios.
Con certeza ese oficial habrá escuchado de las personas en Miami que —desafiando el terror impuesto en esa ciudad por la mafia cubanoamericana— no han dejado de manifestarse a favor de nuestra liberación. Pero le contaría sobre los cientos de Comités de Solidaridad creados en el mundo entero, sobre las protestas frente a consulados y embajadas norteamericanas, o sobre el compañero de Philadelphia que, pese a sus serios problemas de salud, ha logrado —de tanto insistir— que le publiquen sus cartas sobre los Cinco en varios periódicos.
Estoy seguro que me quedarían muchas cosas por mencionarle, pero le hablaría sobre los miles de amigos en Estados Unidos que, a pesar de las presiones e intimidaciones de esta administración en contra de los movimientos y sectores progresistas que luchan por los derechos civiles, no tienen miedo, y llevarán el clamor por nuestra libertad hasta las propias puertas de la Casa Blanca. Le hablaría de todos ustedes que están participando en esta gran jornada solidaria, y que tanto nos alientan con su apoyo.
Sin duda alguna, aquel 12 de septiembre de 1998 ese oficial se equivocó, como se equivocaron los fiscales, y todos los que nos subestimaron, a nosotros y a ustedes.
Hermanas y hermanos: alguien podría pensar que nuestra lucha no ha sido efectiva porque los Cinco aún estamos presos, o que nos encontramos en un mal momento por haber perdido un punto de nuestra apelación. Nada más lejos de la realidad. Jamás pensamos que esta batalla por la justicia sería fácil, o corta. Creemos —por el contrario— que el momento es muy bueno, y que nos exige redoblar nuestros esfuerzos. Un año atrás nos quejábamos de la férrea cortina de silencio impuesta a nuestro caso por los grandes medios de prensa. En meses recientes esa cortina se ha ido abriendo poco a poco, y nadie debe pensar que se debe a un espontáneo interés de los medios por los Cinco. Lo debemos al trabajo de ustedes, a los esfuerzos solidarios de cada uno de nuestros compañeros del mundo.
En cierta oportunidad una querida compañera nos señalaba que en todos los mensajes de los Cinco se repetía mucho la palabra «gratitud», «aprecio», «agradecimiento»… y sugería que tuviéramos en cuenta esa observación. Como sabía que ella tenía razón, pedí prestado un diccionario de antónimos y sinónimos, pero fue en vano. No tenemos otra manera de expresarlo: nos sentimos inmensamente honrados y orgullosos por la solidaridad de todos ustedes, y les expresamos nuestro más profundo agradecimiento por todo lo que hacen por nosotros.
¡Hasta la Victoria Siempre!Con el abrazo revolucionario de los Cinco.Gerardo Hernández NordeloPrisión Federal de VictorvilleCalifornia, Septiembre 2006