Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

W.K. Estoy sintiendo cosas raras por primera vez por un hombre. No sé qué hacer. Tampoco sé qué me está pasando. Siento que es algo nuevo y me estoy redescubriendo. He estado con un montón de chicas, pero siento esa curiosidad. Y ya le comenté a él de mis sentimientos y lo tomó bastante bien, aunque creo que no es gay. Somos buenos amigos. Quiero dejar todo ahí porque además, él es menor de edad. Tengo 21 años.

No debes precipitarte a actuar. Tómate el tiempo necesario para comprender qué está sucediendo con este amigo, más allá de la curiosidad. Lo más significativo es que la experiencia puede servir para identificar si tienes una preferencia sexual hacia los hombres, o si está sucediendo alguna otra cosa que te lleva a confundirte.

A veces, la compenetración amistosa es tan estrecha que termina queriéndose al amigo como si fuera uno mismo. En ocasiones, son experiencias cercanas las que nos siembran la duda sobre nuestra preferencia sexual. También hay momentos en los que cuestionamos todas nuestras creencias por algo más que nos conmovió.

Además, puede suceder que ciertamente se prefiera a personas del mismo sexo para el disfrute erótico y sea el momento de comenzar a aceptarlo. No son pocos aquellos que terminan por reconocer su deseo homosexual en la adultez. Enfrentan entonces el reto de decidir la posición a asumir ante su preferencia sexual, tanto en su vida privada como en su medio social. 

Ante la confusión que hoy vives, te sugerimos que consultes personalmente a un sicólogo, que te ayude a desentrañar esta madeja de sentimientos. Para dejar ese «todo» ahí, es preciso al menos poder nombrarlo con precisión. ¿Es solo curiosidad? ¿Se distingue de la atracción por las mujeres? ¿Solo con el amigo o es con lo masculino en general?

En este caso, nos parece bien que tengas en cuenta que el amigo es menor de edad, por las consecuencias síquicas y legales que puedes enfrentar.