Adolescentes y jóvenes dieron a JR su definición de sexo. Las respuestas, anónimas y breves, están llenas de aristas
En un encuentro con universitarios promotores de salud de Sancti Spíritus alguien comentó que la definición de sexo manejada por la ciencia le parecía buena pero algo fría, lejos del lenguaje juvenil, y nos pedía intercambiar criterios para cotejarlos con su visión del asunto y la de su pareja.
«Sexo, no amor», insistió con cierto pudor, y a raíz de aquel debate decidimos extender esta indagación mediante correo electrónico, el foro virtual del periódico villaclareño Vanguardia y encuentros con adolescentes y jóvenes de otras ciudades para obtener un concepto más plural del asunto.
Esta nos pareció una manera interesante de acercarnos a la cosmovisión de un fenómeno siempre nuevo aunque acompañe a nuestra especie desde su origen.
Las respuestas, anónimas y breves, están llenas de aristas. Unas pocas se aferraron a esa cuestión biológica que nos decanta como hombre o mujer e implican intercambio de fluidos en un acto sexual. Dos nos compararon con animales al practicar el coito y una asoció sexo a pecado, pero la mayoría habló de emociones intensas, sensaciones y expectativas que se pueden cumplir entre dos o más personas de distinto sexo, o del mismo.
Algunas se extendían con matices científicos o poéticos, otras traían solo una palabra o frase: placer, goce, amor, intimidad, romanticismo, comunicación, milagro, reciprocidad, devoción, aceptación, luz, intercambio de cuerpos y almas, conexión espiritual, libertad con compromiso, aliciente a la vida…
Pero también apetito, fiesta, oxígeno, dualidad, sensualidad, decisión, atracción, fantasía, descarga, locura, adicción, juego efímero, alucinación, fuego en el fuego, protección y apareamiento, perder el control, lo máximo que se ha inventa’o, ¡candelaaaa!
Estos contenidos reflejan tanto madurez como superficialidad: viejos estereotipos mezclados con patrones que poco a poco se abren camino —derechos, valores, protección—, y confirman cuánto marca a las nuevas generaciones la diversidad de criterios manejados por la familia, medios de comunicación, campañas educativas o canciones de moda.
No podemos reproducirlas todas, pero elegimos algunas en vísperas del Día del Amor, ¡y que cada quien se vea en el espejo que le sirva!
Sexo es más abstracto que ser hombre o mujer. Es la manera en que te sientes bien sin importar lo que piense el medio social… Sexo es pasión, caricias, ternura, disfrute erótico; deseo incontrolable de volcarte completamente en tu pareja. Si existe amor, la acción puede ser increíble y muy satisfactoria; te deja exhausta pero feliz.
Es la forma más placentera de conocerse a sí mismo y al mundo que nos rodea… Redescubrirse de una forma nueva… Como palabra dice mucho; como definición se queda por debajo de mi realidad… Es llegar al límite de la intimidad corporal y psicológica… Es buscar unas velas y una cama llena de pétalos de rosas.
Siempre hay algo nuevo que experimentar; sobre todo de nosotros los hombres hacia las mujeres, que siempre tienen algo nuevo que enseñarnos… Con amor, sublime; sin amor, placer... Es una forma de expresarse y liberarse de manera tierna y sincera.
No es completamente necesario para mantener cualquier tipo de relación, pero llegado el momento puede ser verdaderamente gratificante y proveedor de amor… Es el clímax de la relación entre dos seres, que a su vez propicia la reproducción…
Es el universo donde navegan los sueños de aquel que lo ha descubierto… Es seguridad, conocimiento mutuo, entrega, responsabilidad, descubrimiento de secretos insustituibles. Mito hecho realidad que nos identifica y nos hace sentir especiales... Una entrega en cuerpo y alma donde el disfrute pleno, la comprensión y el placer son los verdaderos protagonistas.
Para el cubano, por su forma de ser tan tropical y fogosa, es parte importante de la relación (50 por ciento); si no funcionan las cosas en la cama lo demás es solo cuestión de tiempo para que se acabe… y como cubano al fin yo comparto esa opinión.
Sexo es la actividad que más anima, siempre que se haga con protección… Es una forma de liberar energía y poner las cosas en su sitio… Es la sonrisa de satisfacción luego del orgasmo ¡o antes!
Es placer, locura, lujuria; liberar la mente y ejercitar el cuerpo. Biológicamente es la forma de reproducción, en cambio «hacer el amor» es sentirse realzado con la felicidad de la pareja: es el sexo «superior».
El sexo es la asignatura de la improvisación… Un ejercicio relajante completo porque trabajan todas las partes del cuerpo. Para mí es un vicio: aunque quieras evitarlo caes en su trampa… ¡Como tomar café en las mañanas!
Para mí sexo es sexo, ¡y nada más!... Es la puerta que necesitamos para dejar atrás todos los prejuicios... Como cuando uno pica una naranja y presiona el cuchillo suavemente en las dos tapas llenas de zumo... Es el único acto que no tiene reglas ni límites. Si es por casualidad se queda solo en placer. Me encantaría que desaparecieran las enfermedades para que el sexo fuera perfecto.
Es un estado de sensaciones indescriptibles… El acto de complacerte de un modo no común con otra persona... Una mirada al futuro… Oportunidad de crear, de ser libre, cambiar de la dimensión real a la soñada y tener algo para recordar… Es viajar al cielo, ida y vuelta incluídas en el mismo pasaje… ¿Sexo? Es placer, goce, disfrute, amor, entrar y salir… Creo que tengo que probarlo.
Con Dennis Valdés Pilar (dvaldes@feu.ucp.ssp.rimed.cu) y (viajerouniversal@xfmtz.sld.cu) inauguramos una nueva sección en Sexo Sentido, muy pedida por nuestros lectores. Este será un espacio para quienes desean encontrar amistades o amores y tienen en común la lectura de nuestra página. Pueden enviar sus nombres o seudónimos, su dirección postal, e-mail, teléfono o cuantas vías para comunicarse se les ocurra. Acá les esperamos.
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