La Real Academia Sueca de Ciencias anunció en el transcurso de la semana los Premios Nobel 2014 en las categorías de Medicina, Física y Química
Por estos días ha habido mucho revuelo en la comunidad científica internacional. No es para menos. La Real Academia Sueca de Ciencias anunció en Estocolmo los Premios Nobel 2014 —considerados el mayor galardón al que optan investigadores, escritores o activistas— en las áreas de Medicina, Física y Química, así como en Literatura y Paz.
Según la agencia SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas), el anuncio de los ganadores de este año ha comenzado el pasado lunes, cuando se dio a conocer en Estocolmo el nombre de los distinguidos con el Premio Nobel de Medicina, otorgado al estadounidense John O’Keefe y al matrimonio noruego de May Britt Moser y Edvard I. Moser, «por sus descubrimientos de células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro». Es decir, una especie de «GPS cerebral» que nos permite orientarnos en el espacio.
Algunas interrogantes sobre cómo sabemos dónde estamos, cómo podemos encontrar el camino para ir de un lugar a otro y cómo almacenamos esa información para realizar otra vez el mismo recorrido, fueron algunas de las interrogantes esclarecidas por los investigadores.
John O’Keefe, de 75 años de edad, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College de Londres, ha trabajado durante años para descifrar cómo el cerebro controlaba el comportamiento.
En 1971 descubrió el primer componente del sistema de posicionamiento. El neurocientífico observó que un tipo de células nerviosas en el hipocampo siempre se activaba cuando una rata se encontraba en un lugar determinado de una habitación, mientras que eran otras células las que lo hacían cuando el roedor estaba en otros lugares.
De ahí surgió su idea de que estas «células de posicionamiento» podían formar una especie de mapa de la habitación, es decir, que la memoria de un entorno puede almacenarse como una combinación específica de las actividades de dichas células en el hipocampo, explica la agencia SINC.
Más de tres décadas después, en 2005, el matrimonio formado por May-Britt, directora del Centro de Computación Neural, y Edvard Moser, director del Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas de Noruega, descubrió otro componente clave del sistema de posicionamiento del cerebro.
Al parecer, la pareja identificó un tipo de célula nerviosa, a la que llamaron «gris» o rejilla, que genera un sistema de coordenadas y permite un posicionamiento preciso y la búsqueda de caminos.
Los expertos consideran que esta línea de investigación podría ayudar en la comprensión del mecanismo que sustenta la pérdida de la memoria espacial habitual en enfermedades como el Alzheimer.
Al decir de un comunicado emitido por la organización de los premios, «el descubrimiento del sistema de posicionamiento del cerebro representa un cambio de paradigma en nuestra comprensión de cómo los conjuntos de células especializadas trabajan juntos para ejecutar las funciones cognitivas superiores».
Tras la entrega este martes del Premio Nobel de Física a los investigadores Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura —por su «invención de la luz azul eficiente emisora de diodos, que ha permitido fuentes de luz blanca brillantes que ahorran energía»—, el miércoles se hizo público los galardonados en la categoría de Química.
Se trata de los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell, quienes desarrollaron microscopios de alta resolución que emplean moléculas fluorescentes, una técnica también denominada nanoscopia, anunció la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Esto permite estudiar moléculas individuales dentro de células vivas, algo hasta entonces imposible con las técnicas de los microscopios ópticos tradicionales, refiere el sitio digital www.lavanguardia.com.
Este avance ha contribuido al estudio de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, así como en el análisis de procesos cognitivos en las neuronas del cerebro, dictaminó el jurado.
El estadounidense Eric Betzig, nacido en 1960, trabaja actualmente en el Instituto Médico Howard Hughes, de Ashburn, Estados Unidos. El alemán Stefan W. Hell, nacido en Rumanía en 1962, dirige el Instituto Max Planck de Química Biofísica, en Gotinga, Alemania, y el Centro Alemán de Investigación contra el Cáncer de Heildelberg. El estadounidense William E. Moerner nació en 1953 y labora en la Universidad de Stanford.
Los galardonados dividirán a partes iguales los ocho millones de coronas suecas (equivalente a 879 000 euros o 1,1 millones de dólares) con que está dotado el premio.
La agencia alemana de prensa, Deutsche Presse-Agentur anunció que, mientras que todos los anuncios anteriores se hicieron desde Estocolmo, este viernes las miradas se dirigirán a Oslo, capital de Noruega, donde tradicionalmente se anuncia y entrega el Premio Nobel de la Paz.
Este año se caracteriza por tener un número récord de candidatos, entre los que se encuentran el Papa Francisco, la joven activista paquistaní Malala Yousafzai y el informante estadounidense Edward Snowden, quien recientemente recibió el premio «Nobel Alternativo» por sus revelaciones sobre las actividades de espionaje de los servicios secretos de su país.
La fecha de anuncio del ganador del Nobel de Literatura, siempre es un secreto hasta última hora. Asimismo, los candidatos al de Economía tendrán que esperar hasta el lunes 13. Los últimos en recibirlo fueron los estadounidenses F. Fama, Lars Peter Hansen y Robert J. Schiller por sus descubrimientos empíricos sobre los movimientos de precios de bonos y acciones.
Los Premios Nobel, que se entregan en Suecia desde 1901, se instituyeron como última voluntad de Alfred Nobel (1833-1896), industrial sueco e inventor de la dinamita.
Lo otorga la Real Academia de Ciencias de Suecia, fundada en 1793 por una sociedad dedicada a la promoción de las ciencias naturales y de las matemáticas. Cada ganador recibe una medalla de oro, un diploma y una suma de ocho millones de coronas suecas.
El Premio no puede ser otorgado póstumamente, a menos que el ganador haya sido nombrado antes de su defunción. Tampoco puede ser compartido por más de tres personas en una misma categoría.
Los Nobel fueron concebidos para reconocer a quienes más aportan a la sociedad, o sea, las mejores investigaciones en las disciplinas de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía, además del Premio de la Paz.