WASHINGTON, junio 25.— Estados Unidos ha vuelto a demostrar el carácter espurio de los listados con los que presuntamente pretende combatir males que su propia política exacerba.
Solo así se explica que el Departamento de Estado mantuviera arbitrariamente a Cuba en el Nivel Tres —la peor de las categorías, dijo el Minrex cubano— en su informe anual sobre la trata de personas.
Según el documento, presentado el lunes por el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, junto con la embajadora especial para monitorear y combatir la trata de personas, Cindy Dyer, Cuba «no cumple» plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata. Sin embargo, ese fenómeno, sencillamente, no existe en la Isla.
No obstante, el informe miente otra vez al asegurar que la Mayor de las Antillas «no está realizando esfuerzos significativos» en alusión a la eliminación de tal práctica inhumana y, por lo tanto, dijo, «permaneció en el Nivel Tres».
La Cancillería cubana apuntó que este tipo de ejercicio tiene motivaciones políticas, y develó que para justificar la calificación, el reporte, referido al año 2023, utiliza «argumentos contradictorios y nada creíbles
con los que continúa tergiversando y difamando sobre la labor de la colaboración médica cubana durante décadas, en más de un centenar de países».
Además, señaló, intenta torpedear esa cooperación e, incluso, futuras iniciativas que podrían beneficiar a los pueblos de las naciones objeto de esa colaboración en materia de salud.
La nota también recuerda que la «penalización» en ese nivel podría implicar para la Isla sanciones como la congelación de la ayuda no humanitaria y no comercial, o la negativa de Estados Unidos a que Cuba reciba préstamos de instituciones multilaterales.
Las autoridades cubanas han reiterado, a lo largo de los años, que esta calificación no tiene relación con el verdadero desempeño del país en el activo enfrentamiento a la trata de personas, añadió la nota del Minrex.
En un post en la red social X, el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, calificó de manipulador el informe y denunció que se trata de una «indignante maniobra de la guerra abierta contra la colaboración médica cubana. Basta de cinismo, @SecBlinken», reclamó.
«Cuba mantiene una política de tolerancia cero frente a la trata de personas», reafirmó el canciller Bruno Rodríguez Parrilla al rechazar el falaz informe y denunciar que ese, y otros de su tipo, «solo pretenden mantener y justificar (la) política criminal de asfixia económica contra el pueblo cubano».
El mismo cariz manipulador tiene el mantenimiento de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, una categorización absurda, desmentida por el propio Departamento de Estado, luego de haber reconocido que la Isla coopera con los «esfuerzos antiterroristas» de Estados Unidos.