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No se detiene espiral de asesinatos selectivos en Colombia

El estrangulamiento de otro exguerrillero desmiente proclamados esfuerzos del Gobierno contra los crímenes

 

Autor:

Juventud Rebelde

BOGOTÁ, abril 1ro.— Los excombatientes de las FARC-EP asesinados suman 263 desde este jueves, cuando fue hallado en el municipio de San Vicente del Caguán, departamento de Caquetá (sur), el cuerpo sin vida de Pablo Ramírez Yate.

Se trata del decimocuarto exguerrillero muerto en lo que va de año, crimen que sigue cuestionando las declaraciones de funcionarios gubernamentales acerca de la adopción de medidas para detener la espiral de víctimas fatales entre quienes dejaron las armas y se acogieron a los Acuerdos de Paz, así como entre los activistas y líderes sociales.

Según comentó hace unos días el rotativo online El Espectador, el Tribunal Permanente de los Pueblos emplazó hace una semana al Estado colombiano por genocidio, crímenes contra la paz e impunidad de sus autores, a instancias de 176 organizaciones sociales y de derechos humanos.

Ese organismo tiene carácter internacional y es redición del Tribunal Russell, que «puso en boca del mundo la deriva criminal de Estados Unidos en Vietnam y las atrocidades de dictaduras como las del Cono Sur. Investiga, juzga y difunde sus sentencias sobre violencias que los Estados ignoran; y funda su autoridad en la aclamada prestancia de sus miembros».

Según la publicación, antes de cumplirse los primeros tres meses de este año se registraron en el país 21 masacres, y 35 líderes sociales asesinados. Solo en 2020 las masacres fueron 85. Desde la firma de la paz, en cuatro años, los líderes asesinados pasan de 1 300.

La víctima más reciente, el excombatiente Ramírez Yate, era conocido como Nolber Pacoro y estaba adscrito al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Oscar Mondragón de Miravalle, ubicado en San Vicente del Caguán. Fue asesinado mediante estrangulamiento.

Los integrantes del Partido de los Comunes (la antigua Fuerza Alternativa del Común) han denunciado que los crímenes de esa naturaleza contra los excombatientes son sistemáticos. El 25 de marzo pasado fue asesinado otro firmante del Acuerdo de Paz, Carlos Andrés Bustos Cortés, en la zona conocida como La Pradera, municipio de Puerto Asís, departamento de Putumayo, recordó Telesur.

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