PARÍS, abril 24.— El centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen se lanzaron de lleno este lunes a la campaña para la segunda vuelta de las elecciones francesas, carrera en la que el exministro estrella del aún presidente François Hollande parte con amplia ventaja.
Macron es el gran favorito para convertirse el 7 de mayo en el presidente más joven de Francia, después de haber encabezado la primera ronda el domingo con el 24,01 por ciento de los votos, delante de la líder del Frente Nacional (FN), que obtuvo el 21,30 por ciento, según resultados definitivos recogidos por AFP.
La eliminación de la carrera al Elíseo de los dos grandes partidos tradicionales, el Partido Socialista y Los Republicanos, que se han alternado en el poder en el último medio siglo, evidencia el deseo de cambio de los franceses y dejó ver la profunda división entre dos Francia: la de las grandes ciudades cosmopolitas, que apostaron por el socioliberal Macron, y la de las zonas periféricas o rurales, que votaron masivamente por Le Pen.
Este lunes, el presidente saliente se unió a la larga lista de políticos de izquierda y de derecha que instaron a los franceses a votar por Macron para impedir la victoria de la candidata ultranacionalista.
Según dos sondeos publicados el domingo, Macron, quien hace tres años era prácticamente un desconocido, derrotaría holgadamente a Le Pen con una diferencia de al menos 20 puntos porcentuales.
«Es imposible quedarse callados frente al riesgo de la extrema derecha», declaró Hollande en televisión, al anunciar que votará por Macron.
Mientras Le Pen espera recuperar votos de los electores del líder de izquierda Jean-Luc Mélenchon —el único de los principales candidatos eliminados que no llamó a votar por el centrista—, Macron inició negociaciones políticas para conseguir una mayoría parlamentaria en las legislativas de junio, indispensable para gobernar y aplicar su programa.