WASHINGTON, abril 13.— El Ejército de Estados Unidos lanzó en Afganistán la más grande de las bombas no nucleares disponibles en su arsenal, la GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast Bomb (MOAB), confirmaron fuentes militares.
Conocida como «la madre de todas las bombas», la información fue dada a la televisora CNN por funcionarios del departamento de Defensa —que solicitaron el anonimato—, quienes precisaron que el artefacto, de diez toneladas, fue lanzado desde un avión MC-130 comandado por un cuerpo de operaciones especiales de la Fuerza Aérea.
La MOAB impactó en la localidad de Achin, provincia de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán, con el objetivo de destruir túneles y a miembros del autodenominado Estado Islámico (EI), añadió esa fuente.
El dispositivo explota al llegar al suelo, con un área de daños cercana a los cinco kilómetros de radio y es la primera vez que se arroja en un escenario bélico, dijo la reportera de la cadena Fox, Jennifer Griffin.
Prensa Latina recuerda que durante 2016 Estados Unidos lanzó más de 26 000 bombas sobre siete países, según confirmó un reciente informe del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), organización estadounidense especializada en política exterior, lo que significó unas 3 000 más de las utilizadas en 2015.
Los datos del CFR mostraron que la gran mayoría de los bombardeos y ataques aéreos tuvieron lugar en Irak y Siria (más de 24 280 explosivos), donde Washington y una coalición de gobiernos occidentales y de Medio Oriente efectúan incursiones contra el Estado Islámico.
El ataque con la MOAB, según Griffin, se llevó a cabo en un área donde un Boina Verde estadounidense fue muerto el sábado por disparos de armas de pequeño calibre, mientras operaba contra blancos del EI. La periodista de Fox enfatizó en el «mensaje político» que Estados Unidos está enviando con el uso de este armamento y mencionó específicamente a Corea del Norte (RPDC) y también mencionaron a Siria y Rusia.
Según DPA, en una conferencia de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que se tomaron los recaudos necesarios para evitar víctimas civiles y no quiso responder la consulta de si el presidente Donald Trump ordenó personalmente el ataque.
La bomba tuvo como objetivo «un sistema de túneles y una cueva que los combatientes del EI usan para moverse libremente», añadió Spicer.